Segunda mayor altura de la ultra trail Canfranc-Canfranc. Su paso puede ser decisivo al encontrarse cerca del kilómetro 80 y tratarse de uno de los pasos más complicados.
Aspe, Llena Garganta y Llenad’o Bozo | Foto: Chabier Miguel2.645 metros de altitud y entorno a los mil trescientos metros de desnivel positivo desde la base de la estación de Candanchú, además de un nombre ganado a pulso dentro del pirineismo. Se dice pronto pero hollar su cumbre con algo más de 70 kilómetros en las piernas da algo más que respeto. Se sale por el circuito de ski de fondo de Candanchú, por tramo sencillo y herboso para luego ir ganando altura poco a poco y ascender por una canal pedregosa que sube paralela a la famosa Zapatilla. Con no poco esfuerzo se salva el importante desnivel que se nos presenta de repente, para continuar la ascensión hasta la Tuca Blanca (2.322 metros), uno de los picos menores de este pequeño macizo rocoso del Aspe y que también será coronado por los participantes de la prueba del maratón.
De ahí hasta la cima del Aspe quedan unos 300 metros de desnivel que mayormente se salvan superando sin apenas dificultad la canal final de acceso a la cima. Arriba las vistas son privilegiadas, todo un auténtico mirador del Pirineo aragonés occidental desde donde se domina el recorrido completo de esta salvajada llamada Canfranc-Canfranc.
Pero la roca, la piedra y el sufrimiento no ha acabado. El descenso hacia los llanos de Napazal, en el Valle de Aisa, seguramente terminará por consumir las reservas de muchos de los corredores, quienes acusarán la fuerte inclinación y la abundancia de piedra que encontrarán por el camino de bajada en su primera mitad. Después la hierba vuelve a aparecer para hacer más confortable el paso de los corredores. Será aún verano, no habrá ni nieve ni hielo, pero recordemos que no han sido pocos los montañeros que en ambas laderas del Aspe han perdido la vida en los hielos del frío invierno.
[ad name=”Anuncio para Artículos”]