Ya son casi cuatro años desde la última derrota del Real Zaragoza en tierras asturianas. Cuatro años en los que el conjunto maño se ha hecho fuerte en dos de las plazas más difíciles de lidiar en esta Segunda División, consiguiedo ser invictos en Asturias. Equipos como Sporting y Oviedo que hacen de sus aficiones y sus estadios un fortín inapelable. Pero el Real Zaragoza ya les ha cogido la medida.
El último partido del Real Zaragoza en Oviedo previamente a su periplo por el fútbol de barro fue aquel famoso 0-2 con la estelar actuación de Cani. Ese partido, recuerden ustedes, sirvió como punto de inflexión para un Zaragoza dubitativo que consiguió alzarse hasta la segunda posición en la temporada 2002-2003.
Sin embargo, los Sporting-Zaragoza han sido mucho más comunes en la última década. Y se pueden trazar multitud de similitudes en cuanto a las situaciones en ambos clubes. Dos equipos históricos de Primera venidos a menos por las desventuras de sus dirigentes (los Fernández y Agapito). Por ello, en Gijón intentan nutrirse de jugadores salido de Mareo -quizás ahora ya menos- y en Zaragoza lo hacemos de los canteranos de la Ciudad Deportiva para salir de este desastre.
Tesón en Asturias para ser invictos
De los cinco partidos que se han jugado en Asturias desde la última derrota en el Carlos Tartiere el 10 de enero de 2016, el Real Zaragoza ha cosechado un balance de dos empates y tres victorias.
Por una parte, en Gijón se han conseguido dos victorias en los últimos dos encuentros que se han disputado en la ciudad con más población del territorio de Don Pelayo -y de Areces Franco-. Estas se lograron en las dos últimas temporadas, 2017-2018 y 2018-2019. La primera de ellas acabó con 0-1 en el luminoso, con gol de volea de Julián Delmás a la salida de un córner. En el mismo encuentro, Cristian detuvo un penalti a Michael Santos. En el último partido disputado en El Molinón-ECQ, ganó el Real Zaragoza por 1-2 con goles de Álex Muñoz y Guti en la víspera del día de Reyes, siendo este el último partido del Zaragoza en su racha como invictos en Asturias.
Sin embargo, en el Carlos Tartiere no se le ha dado tan bien al Real Zaragoza en estas tres últimas campañas. Aquí se cosecharon los dos empates. El primero de ellos fue en la 39º jornada de la temporada 2016-2017, que acabó con 0-0. Por otra parte, el segundo fue en la temporada siguiente, acabando el encuentro con 2-2, goles de Mikel González y Alberto Zapater. Por último, el Real Zaragoza logró su última victoria en Oviedo la pasada campaña por cero goles a cuatro.
La última gran victoria acabó con Idiákez
Así pues, esta última victoria en el Tartiere fue, según el propio míster, el detonante para una pésima temporada. Los goles de Álvaro, Verdasca, James y Soro hicieron que tanto cuerpo técnico como jugadores pensaran que tenían un nivel superior al de la categoría. “Creo que la victoria de Oviedo nos vino fatal… a todos“, dijo Idiákez después de perder por 0 a 2 frente al Lugo unas semanas después.
“Hemos sacado pecho y nos lo han partido. Nos hemos cansado de decir lo bien que jugábamos, lo buenos que éramos… Y hoy la Segunda División y el Lugo nos ha puesto en nuestro sitio. Espero que esta lección nos sirva para el futuro porque el camino para nosotros es otro, el de sacar pecho no es”, finalizaba Imanol. Y esta victoria, según el propio entrenador, fue el detonante de la pésima temporada que llevó a cabo el Real Zaragoza y, por ende, de su marcha.