El once de Leo Franco se ubica en la novedad en esta primera campaña en el Olimpo del fútbol español. La Catedral es uno de esos templos donde el fútbol se vive con una pasión difícil de asemejar en otros campos. Es la tradición imbuida en sel iglo XXI. Melero rindió homenaje a Pichichi. Y por mucho que los estadios de fútbol reluzcan como los nuevos templos de una religión, al final, el Huesca se sacude todo lo novedoso para encerrarse sobre un prado contra cualquier otro equipo de su misma división.
El Athletic de Berizzo parece menos fiero onces de otras temporadas. San Mamés luce fútbol, pero su alineación no parece tan poderosa como en otras ocasiones. Asusta más el escenario que lo que importa. El Athletic vive sumido en sus líos y el Huesca compareció teniendo claro qué es lo que debía hacer. Leo Franco dispuso el mismo once que contra el Eibar y con similar guión en las órdenes: solidarios en defensa, rápidos en ataque. Y de paso, masticar cada acción antes que tragarla. Pensar cada saque de banda, cada falta.
El VAR se alió contra el Huesca a los 11 minutos. Gallar filtró un balón que desnudó a Yeray y Nolaskoain, lo enganchó Longo y mandó la bola a la red. Un fuera de juego más que justito, pero la repetición de la jugada alejó fantasmas y conversaciones de barra para la semana. La vida es así. El Athletic mandó más, lo previsto, y empezó a hacer pupa. Especialmente con Williams que merodeó por toda la delantera y especialmente para abrir huecos entre Pulido y Miramón. Pudo adelantar a su equipo cuando acababa el primer acto, pero el insípido disparo dio en el palo derecho de Werner, que alejó la bola. Una bendición.
El arranque de la segunda parte fue penoso para el Huesca. Dos errores de marca y dos goles. El deporte tiene esto. Cuando peor estaba el Huesca resurgió. Ya estaba todo perdido, pero se quitó miedos, se despojó de complejos y se fue a por el rival. Ya se sabe que cuando tienes un córner en contra no hay que hacer cambios, pero el Athletic lo hizo. Se fue Córdoba, entró Iturraspe y Miramón clavó el balón en el fondo de la red desde fuera del área.
El tanto fue un soplo de aire fresco para el Huesca, que creyó en sus posibilidades. Y llegó la obra maestra de ‘Chimy’ Ávila. Cazó al vuelo una bola y con su pierna izquierda y la mandó al fondo de la red de Unai Simón que no pudo hacer nada. La Catedral enmudeció. Pura gloria. Cuatro puntos de seis posibles.
FICHA TÉCNICA
Athletic Club: Unai Simón; De Marcos (Capa, 81’), Yeray, Nolaskoain, Yuri; Raúl García, Dani García, Muniain; Susaeta (Guruzeta, 84’), Williams y Córdoba.
SD Huesca: Werner; Miramón, Pulido, Etxeita; Luisinho; Gallar (Gürler, 68’), Melero, Musto, Moi Gómez (Ferreiro, 61’); Longo (‘Chimy’, Ávila 77′) y ‘Cucho’ .
Goles: 1-0, Susaeta, min.47 | 2-0, Yuri, min. 63 | 2-1, Miramón, min. 71 | 2-2, ‘Chimy’ Ávila, min. 87.
Árbitro: Alberola Rojas. Amarillas a Dani García, Pulido, Iturraspe y Musto.
Incidencias: 36.818 aficionados en las gradas de San Mamés, medio millar de ellos del Huesca. Melero puso un ramo de flores en la estatua de Pichichi como homenaje de todo club que pisa el feudo bilbaíno por primera vez en un partido contra el Athletic.