ZARAGOZA | El Real Zaragoza empató en El Alcoraz, en un resultado que llegó a parecer bueno. El Huesca le superó en intensidad en el primer tiempo, trasladó el partido a su terreno y los caminos del Zaragoza se acabaron en Iván Azón. El 9 volvió a ser el atajo de todos los ataques, hasta el punto de que el fútbol se basó en llegar a él. Hubo que revisar la fotofinish para comprobar si el gol del empate era suyo o no. Para lo que no hay que mirar los datos es para descubrir que ahora mismo es el mejor del Zaragoza. El veneno del Zaragoza se agotó también con su salida del campo y Víctor Fernández acabó dando el punto por bueno.
Gaëtan Poussin (5): El gol de Gerard Valentín era imparable, pero él no transmitió seguridad en todo lo demás. Calculó peor, no guardó su área y no ofreció la versión que nos ha acostumbrado esta temporada. Aún así, cuando fue exigido también supo parar.
Marcos Luna (6): Sufrió ante la agresividad del Huesca en la primera mitad, pero se rehízo después, con una carrera sostenida y un fútbol que se explica desde sus condiciones físicas. Progresó y acabó ganando la banda.
Lluís López (4): Flojo en las entregas, lento en los duelos, midió mal en la primera acción del partido. Esa jugada explica los errores que cometió en la primera mitad, donde se dibujaron todas sus costuras. Mejoró en la segunda parte, especialmente con un cruce clave, pero el progreso no arregla todos sus errores.
Jair Amador (5): No es nada distinto de lo que ya era. Volvió a mostrar una gran capacidad para defender el área, pero sufrió en el inicio del juego y cada vez que tuvo que salir de su zona. Contribuyó al empate en los minutos finales.
Iván Calero (6´5): Férreo, sólido, tiene tomada la medida de los partidos y de los duelos individuales. Es difícil de superar y posee una lectura atenta de todas las jugadas, como si pudiera mantener el pulso en partidos de infarto. Si alguna vez pierde, Calero se recupera y, al menos, siempre empata.
Marc Aguado (4): Desbordado en la primera mitad, le costó cuadrar la medida del encuentro, planear la guía del partido. Destacó más en el plano defensivo que en la proyección del juego. Su equipo no fue protagonista durante mucho tiempo y eso, con él sobre el campo, parece un error personal y colectivo.
Francho Serrano (6´5): Fondista, batallador, mostró un buen tono en un partido en el que le tocó apagar más fuegos que encenderlos. Mostró compromiso y generosidad, pero le faltó asomarse al área rival.
Ager Aketxe (4): Inédito e impreciso en la primera mitad, no tuvo continuidad y sigue lejos de su mejor nivel físico. Tuvo una oportunidad en el balcón del área y la estrelló contra la barrera. Lo compensó con un buen centro que remachó Azón sobre la línea. Mejoró en la segunda mitad, pero para él sigue siendo poca cosa.
Adrián Liso (4): Apenas tuvo opciones de desborde y pareció perdido, lejos de la amenaza que fue por ejemplo en el curso pasado sobre El Alcoraz. Necesita ser más imprevisible e incorporar nuevos regates a su abanico.
Samed Bazdar (5): Sin aparecer mucho, pudo marcar el gol del empate. Utilizó un recurso habitual en sus registros, el disparo de zurda, pero Dani Jiménez le robó el tanto con su parada. Sin un contacto frecuente con el balón, se apaga. No acertó en el dribling, una de las suertes que parecen completamente suyas.
Iván Azón (8): Ahora mismo es un ciclón, un sistema ofensivo y un jugador capaz de cambiarlo todo. El Zaragoza se entregó a él, le dio las llaves de su ataque y el canterano se fajó en un duelo con todos los centrales. Le dio aire al equipo, asumió los golpes y apareció en boca de gol para firmar el empate. Quiso jugar de pie, pero la SD Huesca tenía otros planes. Está en el mejor momento de su carrera y se le nota. A Iván Azón hay que verlo. Ahora.
Cambios del Real Zaragoza
Adu Ares (5´5): Mejoró las impresiones de sus últimos partidos. Se le vio más en el uno contra uno y se aplicó en el repliegue. Tuvo en sus manos el gol del triunfo, pero su disparo se fue lejos de la red.
Toni Moya (5´5): Le dio soltura y fluidez a un Zaragoza que necesitaba una mano más en la media. Acertó en sus pases pero le faltó proyección al área rival. Sigue dando la impresión de que se conforma con muchos menos de lo que tiene.
Sergio Bermejo (SC): Su aparición en el partido fue sorprendente y pareció un capricho de su técnico. No acertó en su conducción más extensa.
Alberto Marí (SC): Víctor Fernández sigue confiando en unas cualidades que parecen ya un misterio. Su partido fue, un día más, la nada más absoluta.
Carlos Nieto (SC): Su entrada en el campo fue un síntoma. Ayudó en la fase defensiva y sirvió para entender que el Zaragoza daba por bueno el empate.
Entrenador:
Víctor Fernández (4): Su equipo cayó en un error que parece recurrente: volvió a encajar primero. El Zaragoza empezó el partido desnortado, perdió duelos estratégicos y no le prestó al partido la intensidad que merecía. Hidalgo le ganó entonces la partida con claridad. Víctor corrigió en la segunda mitad, pero queda la impresión de que su transfusión no alivió todas las heridas. En la segunda mitad, cuando había hecho algunas cosas bien, eligió una de sus peores decisiones: le negó a Pau Sans la oportunidad de jugar uno de esos partidos con los que siempre ha soñado. Al margen de esa decisión, su grupo logró reaccionar y se reenganchó al partido. La vía del empate fue la misma que en todos los minutos anteriores: el camino que marcan Iván Azón y sus goles. Los últimos cambios del técnico mostraron que al Zaragoza le convenía el empate, que no quedaba descontento con la tregua. Antes, Azón había encontrado la entrada y las tablas.