Lo primero, ganar. Y luego esperar a que Anaitasuna pierda su compromiso contra el Zamora. El Bada Huesca entra de forma silenciosa este sábado (17.00) en una final con la esperanza de que el desenlace sea el regreso a Europa.
Hay posibilidades. El deporte tiene esa magia de la incertidumbre, un contenedor de tópicos y la realidad de que en un partido cualquier resultado se puede dar. El sueño de regresar a una competición europea aviva el fuego del Bada Huesca en el último compromiso de la temporada. Sin hacer ruido, en silencio, el siete altoaragonés puede regresar a una competición europea. Este sábado (17.00) juega una final en Cuenca y, en horario unificado, ‘jugará’ también en Zamora. Europa pasa por ganar a 368 kilómetros y que Anaita caiga ante un Zamora ya descendido.
Nolasco, técnico del Bada Huesca, reconoce que es creyente de lo que ve y de lo que ha experimentado. Pocos santos. Y en esto del balonmano ha visto muchas cosas; desde la victoria lógica del grande contra el pequeño a la del desahuciado. Y por eso mantiene que Europa es aún ‘tocable’. El grupo entrena esta tarde con la dinámica que mantiene ante cualquier otro partido. No hay cosquilleo especial en la plantilla ni nada similar. Todo muy aséptico. El objetivo es ir ganar a Cuenca y esperar que Zamora, que no es un mal equipo pese a estar ya descendido, derrote a Anaitasuna.
El equipo ha entrenado esta tarde cosido a la rutina de las semanas propias de competición y que tan solo se ve alteradas con la nómina de lesionados y de saber quién puede faltar a la cita. Ahora, la duda es Bonanno. El bravo lateral argentino se perdió por lesión el choque contra Cangas. El jugador es una de las claves de la defensa de este Bada y en ataque se va soltando cada vez más. Es importante que esté, pero Nolasco no las tiene todas consigo de que físicamente pueda saltar al 40×20.
Y cuantos más jugadores se alisten para jugar en la cancha de Cuenca, mejor. Es una de esas pistas duras. La grada aprieta mucho y ahora está a dos puntos de algo histórico y que pondrá la firma a dos buenas campañas de los manchegos. Si la afición aprieta al rival y a los árbitros cuando hay dos puntos en juego, cuando de lo que se trata es de lograr billete para una competición internacional, el ambiente será más duro.
“Si alguien tiene presión para este partido no está en nuestra parte”, admite Nolasco, que de forma automática la traspasa al otro banquillo. “Nosotros tenemos que sacar ventaja de lo que ellos se juegan y aprovecharlo en nuestro favor”, desliza el entrenador del Bada Huesca quien, afirma, no ha hablado, al menos hasta el momento, con su sobrino Adrián, exHuesca. Nolasco mantiene la importancia del encuentro, pero sin darle más trascendencia. “No noto nada especial en mis jugadores. Los veo igual que cuando juegan cualquier otro partido importante… y todos lo son”, señala.
En el partido de la primera vuelta, el Bada Huesca ganó 29-25 a un Cuenca que ofreció mucha resistencia y que tuvo en Jorge Gómez en una de las piezas básicas para la victoria. Ahora, el triple empate dejaría al Bada Huesca en la quinta plaza de la Asobal.