El primer amistoso del Bada Huesca 2016/17 se jugó en Sabiñánigo contra un Billère más hecho. El siete de Nolasco deja buenas sensaciones en un equipo profundamente renovado respecto al de la pasada campaña.
Todo deportista es una mezcla de cabeza y físico. Lo mejor es el equilibrio. Y para formar un equipo es necesario tiempo y, sobre todo, requiere de aguja e hilo. El Bada Huesca 2016/17 tiene por delante mucho trabajo de costura. Nolasco y Efrén son los responsables de hacer el traje. Esta tarde-noche en Sabiñánigo se ha visto la primera tarjeta de presentación contra un Billère que responde a la arquitectura del balonmano francés. Uno de esos sietes a los que les gusta la pelea, la máxima tensión.
Con Teixeira en los Juegos de Río, Dijà parado por precaución ya que tiene molestias físicas –tan solo salió para un par de siete metros como Carmona– y Jorge Gómez con permiso, el nuevo Bada ofreció una pincelada que invita al optimismo. Enfrente tuvo a un siete con algo más de rodaje porque tan solo ha sufrido tres cambios respecto al equipo de la anterior campaña y jugar sin ver es mucho para un rival huérfano, aún, de ser un equipo coral.
El primer amistoso de la temporada deja a un Arguillas bajo palos que es un seguro de vida. Con la incorporación de Jorge Gómez, la calidad en la portería es evidente. En el pivote, Val deja claro que con sus más de 200 centímetros es pura dinamita. Cuando se hace con el sitio, es difícil parar al pivote aragonés que en defensa es un muro y habrá que buscarlo en los seis metros. En la zaga, Carró anuncia credenciales de ordeno y mando. Otras de las incorporaciones, Bonnano, muestra buenas hechuras al que le falta afinar el punto de mira y Félez está llamado a dar muchas alegrías manejando la dirección del juego. Camas y Ariño, también desprendieron calidad.
Es cierto que a nadie le gusta perder, pero un amistoso no pasa de ser una tarjeta de intenciones. Y con tan solo 8 entrenos –cuatro en el caso de Félez-, sin Teixeira, con Mikel Mugerza reservado por un golpazo –inflamación del nervio ciático- que recibió antes de cumplirse los diez primeros minutos del partido, y Dijà y Carmona solo estuvieron para los siete metros, el Bada deja buenas sensaciones. Que hay que armar el equipo es evidente. Está mejor en defensa que en ataque. Arriba perdió bolas que permitieron contras letales y se fallaron cuatro siete metros que, eso sí, no se pueden dejar de meter aunque se trate de un amistoso. El partido sirvió para dar minutos a Broto bajo palos y que se foguearan otros chavales de la cantera en un partido del que Nolasco extrajo como conclusión la lógica de que “necesitamos tiempo y mucho trabajo”.
Bada Huesca: Arguillas (p,1), Félez (2), Oier (1), Camas (5), Bonnano (1), Val (6) y Mikel Mugerza. También jugaron. Broto (ps), Carró, Malo, Álex Marcelo (3), Dijà (1), Mira, Ariño (1), Garzo (1) y Loriente.
Billère: Tabarand (p), Bolaers, J. Vergely (7), Verdier (5), Popovic (3), Allaud y Zerbib (2). También jugaron: Gricourt (ps), Bolaers, A. Vergely, Crepan, Loic (1), Vandelanotte (5), Mourioux (2), Milhavet (4) y Guerbert.
Parciales cada cinco minutos: 1-1, 3-3, 4-4, 5-6, 6-9, 8-12 (descanso) 10-14, 11-17, 15-19, 18-23, 19-25 y 22-29
Árbitros: Lorena García y David López. Excluidos Carró y Oier por el Bada Huesca y J. Vergely y Guerbert por el Billère.