Un buen partido no ha sido suficiente para sacar algo positivo del partido disputado entre el Bada Huesca y el BM Logroño que se acaba de disputar en el Palacio de los Deportes.
Perder ante el BM Logroño siempre entra en el terreno de lo posible. La forma de hacerlo no. Ya se sabe que se puede hacer de muchas formas. Cosas esas de honor y dignidad. El Bada Huesca lo ha hecho por la puerta grande. Ha sido, quizá, más equipo que el rival. Pero no tiene sus individualidades. Y eso lo nota. Por eso hay que quedarse con el pundonor, con la voluntad de exprimirse al máximo. Por no dar ni una bola por perdida. Por no desquiciarse ante algunas, pocas y selectas, decisiones arbitrales en un partido bonito, en 60 minutos intensos entre dos sietes que han demostrado con el balonmano propuesto sobre el 40×20 del Palacio sus argumentos para explicar por qué son de lo mejorcito de esta Asobal.
A nadie le gusta la derrota. Menos cuando estás al máximo nivel. Cuando eres un ‘animal’ competitivo. Por eso no hubo sonrisa alguna tras el bocinazo final y sin premio alguno. Puestos a extraer lo positivo hay que descubrirse ante Arguillas. Tremendo lo de este chaval que, muy posiblemente, esté pasando una mala campaña y que necesitaba partidos como el jugado contra Benidorm y contra Logroño para reencontrarse y creer en él. Ha tenido actuaciones antológicas. En el segundo acto ha sostenido al equipo para que siempre estuviera acosando al buen siete de ‘Jota’. Sencillamente espectacular.
El Bada Huesca arrancó con las bajas consabidas de Mira y Oier –Eloy estuvo viendo el partido y avanza a pasos agigantados en la recuperación de su lesión- a la que sumó Teixeira, que ni siquiera se probó. La salida del a siete altoaragonés fue espectacular para firman un 3-0 con la rúbrica de Bonanno. Logroño se rehízo porque tiene un equipazo. Además, hubo un primer ‘detalle’ de esos que molestan un poco. Chiuffa puso el 4-4 en una contra donde pisó claramente la continua. En la jugada anterior se pitó unos dobles a Zungri y en la posterior al extremo brasileño se pitó en ataque a Marcelo.
El equilibrio en el primer acto fue casi absoluto entre ambos sietes y conforme pasaban los minutos en esa situación se adentraba la respuesta de los físicos. Los riojanos tienen dos paredes delante de Aginagalde o de Krupa. Si no defiende Garciandia, Kusan y Juan del Arco mete a Garabaya, Sánchez-Migallón y Ángel Fernández. Ponga quien ponga ‘Jota’, su defensa es un amasijo de centímetros y músculos que tapan huecos y es difícil superar por lo que Carró ha vuelto a ‘pegarse’ hasta con su sombra para abrirlos.
El Bada movió la plantilla para buscar frescura, meter ritmo e intensidad. Entraron Miana, Ciric, Val, Camas y Malo para dar un respiro y mantener la tensión. Los riojanos abrieron el segundo acto a velocidad de crucero. Un parcial de 0-3 (13-16) puso la proa ante un Bada que no lo descompuso. Y eso era bueno. Si hay una jugada como epíteto de la intensidad la cabalgada de Adriá de ataque a defensa para impedir con éxito una contra de Logroño, y es que el extremo está terminando la temporada pleno de garra.
Logroño encontró en Krupa, al que ‘Jota’ el dio el segundo acto, un salvavidas. Siempre impidió que el Bada se pusiera a uno. Y ya se sabe que en partidos así cuando el rival te llega es muy posible que te sobrepase. Al trabajo del checo bajo palos se sumó el central Kusan, tremendo, para ganar todos los uno contra uno y sostener a su equipo. Al final, se perdió de dos. Una pena porque cuando lo das todo y no recibes nada, el palo es amargo.
Ficha técnica
Bada Huesca: Dani Arguillas (p), Carmona (1), Carró (4), Dijà (3), Bonanno (3), Marcelo (5) y Adrià Pérez (4). Siete inical. Jorge Gómez (ps), Lucas, Val (1), Camas, Ciric (1), Malo, Miana y Zungri (3).
BM Logroño: Aguinagalde (p), Chiuffa (2), Sánchez-Migallón, Juan Castro (1), Garabaya (1), Garciandía (6) y Ángel Fernández (1). Siete inicial. Krupa (ps), Montoro, Kusan (1), Muñoz (4), Kukic (5), del Arco (5) y Cadarso (1).
Árbitros: Rodríguez-Ballano. Excluido Marcelo por el Bada Huesca y Garciandía por el BM Logroño.
Parciales cada cinco minutos: 3-0, 4-3, 5-5, 8-8, 11-11, 13-13 (descanso) 14-16, 17-19, 20-22, 21-25, 23-25 y 25-27.