Se ganó. Con suficiencia y contra un gran rival. Derrotar al Anaita siempre tiene un valor especial. Porque es un gran equipo y porque ancla cierta rivalidad desde aquella fase de ascenso a la Asobal disputada en el Palacio de los Deportes. || FOTOS DEL PARTIDO.
Pasarán los años, pero siempre estará en las retinas de los aficionados esa tanda de penaltis que llevó a la gloria de la Asobal al BM Huesca. Ha sido un gran partido de los de Nolasco y con buenas noticias. La mejor, el regreso de Dijà al 40×20. Metió un siete metros –falló otro- y tuvo unos minutillos para readaptarse a la competición. También tuvo muchos minutos Bonanno en la defensa. El argentino apunta a maneras de muro. Y eso es bueno. Excelente que coja confianza para lo que se avecina en la recta final del campeonato y la final a 8 de la Copa del Rey.
Pero la victoria tuvo muchas más cosas. Sobre todo, en la portería. Lo de Jorge Gómez ha sido para enmarcar. Siempre en el momento necesario para amargar a los lanzadores del Anaita. Imperial. Sacó bolas imposibles. Y con su carácter. Celebraciones de señorío, de una gran sobriedad. Por seguir con nombres propios, el papel de Eloy en puesto de mariscal. El central está viviendo sus mejores partidos defendiendo el escudo del Bada. Además, lo celebra por todo lo alto. Mete pasión en cada gol y en cada defensa de equipo porque quiere que la grada –esta tarde noche demasiado vacía para la calidad que había sobre la pista, aunque esto es otro cantar- esté conectada siempre, como lo hace con Carró que otra vez se fajó en el núcleo duro de los 6 metros. Y también un papel estelar el de Alex Marcelo. Volvió a meter cuatro goles de lujo, a dar una asistencia de puro caviar a Carmona y a provocar un 7 metros que sirvió para que Dijà metiera su gol.
El Bada edificó la victoria desde la solidez de su defensa. Siempre tocando, siempre saliendo a los laterales del Anaita y cerrando los pases que buscaban al pivote rival. Bada mandó desde el principio. Siempre gobernó en el electrónico. Manejó diferencias de dos y tres goles. Nolasco pudo mover el banquillo para administrar mejor los minutos e intentar llegar lo más fresco posible al tramo final de un encuentro que se ganó de forma más trabajada de lo que en un principio pudiera parecer.
Anaitasuna se acercó en el segundo acto con un 19-19 en el marcador que llevó a Nolasco a pedir un tiempo muerto en el minuto 46. Se llegó a esas tablas desde un 17-14. Pudo entrar el partido en ese punto donde el que pierde la ventaja se pone nervioso y más cuando delante tienes a un equipo que va mejor clasificado en la Asobal y el domingo juega la ida de los cuartos de final de la EHF. Calidad tiene el Anaita para repartir, pero ha estado más fallón de lo que se le presupone y chocando con don Jorge en los momentos clave.
Bada salió airoso de ese empate y volvió a poner la proa al encuentro. Volvió a adquirir esa ventaja de tres goles que le permitió entrar en la recta final con el trabajo hecho. Un 27-24 que le supone dos puntos más en su zurrón y encarar los próximos partidos con más confianza en su balonmano.
LA FICHA
Bada Huesca: Jorge Gómez (p), Carmona (3), Teixeira (3), Todorovic (1), Carró (3), Marcelo (4) y Ariño (1). Siete inicial. Arguillas (ps), Val, Mugerza, Eloy (7), Oier (2), Dijà (1), Camas (2), Mira y Bonanno.
Anaitasuna: Hernández (p), Etxeberría (4), Filipe (1), Mikel Aguirrezabalaga (4), Guimaraes (2), Baztán (1) y Chocarro (3). Siete inicial. Nordlander (ps), Nadoveza (4), Balenciaga (1), Ugarte (3), Gastón, Kisselev, Ceretta (1), Goñi y Jokin.
Parciales cada cinco minutos: 2-1, 5-5, 8-4, 6-4, 9-5, 11-8, 12-10 (descanso) 14-13, 17-14, 19-17, 21-19, 24-21, 28-25.
Árbitros: Fernández-Martín. Excluidos Mira y Teixeira por el Bada Huesca; Chocarro y Ceretta por el Anaitasuna.