Habrá partido. El primer paso que parece sencillo está dado y el Cisne (Pontevedra) recibe este domingo al Bada Huesca. La cita en tierras gallegas a las 17.00. Un ascendido contra un siete cargado de urgencias cuando se enfrenta a una trilogía de partidos muy importantes. Es la necesidad que marca su casillero donde es el único Asobal sin puntos.
El Bada Huesca subió el viernes al autobús con los resultados negativos sobre la Covid-19. Y lo hizo sabiendo que el equipo gallego tampoco presentaba problema alguno. Todos negativos. Al menos, las 13 horas de autobús se realizaron con la seguridad de que el domingo habrá partido. Y ahora, las urgencias.
Aplazado el encuentro contra Benidorm -sin fecha aún- toca competir y eso no fue bueno para un equipo que necesita “reafirmarse”. En el deporte entran en juego cosas intangibles. Puedes tener buen balonmano, pero ser un manojo de nervios; puedes lanzar el brazo con una velocidad descomunal y a la hora de la verdad, encogerse. ¿Por qué? El bucle en el que se entra por un mal ataque, por una mala defensa. Y ese bucle te hace descarrilar. Encontrar el rumbo es obligatorio. Y eso solo pasa por ganar, por competir. Por eso no fue bueno el aplazamiento del choque contra Benidorm.
Contra Bidasoa, pese a perder, la imagen fue distinta que contra Guadalajara y contra Valladolid. “Hemos mejorado en ataque y en defensa, pero nos falta recorrido y eso se consolida con los partidos”, señala Nolasco. Cisne espera a los altoaragoneses con la única misión de que siga enredado en sus miedos. Sí, recién ascendido pero con puntos en su casillero y perdiendo la última jornada contra Anaitasuna (26-21), aunque a cinco minutos del final el electrónico era 22-20. Ni será fácil ni será cómodo.