Confianza, saber jugar el partido, regularidad. Ni que decir tiene que el punto conseguido en Cuenca ha sentado muy bien en el vestuario del Bada Huesca. Esta ha sido la mañana de ver con perspectiva lo logrado. Y también de aferrarse a esa dinámica de juego, del paso adelante dado por los jugadores ante uno de los sietes más poderosos de la ASOBAL. Y luego de encapsular lo hecho. Porque este sábado el Bada Huesca tiene otro compromiso de quilates. Juega contra Benidorm. Llega un siete que, por las palabras de Nolasco, es la anarquía en el juego dentro de un orden.
Los alicantinos proponen un balonmano distinto. Ataques con siete jugadores, con dos o tres pivotes, continuos cambios en las transiciones, defensa alta… Y todo ello con buenos jugadores en una plantilla donde siempre tendrá un lugar reservado para la afición oscense por muchos años que pase, dos Carlos Grau. Habrá que saber leer muy bien su juego para desactivar a un equipo que representa a España en la EHF y esto siempre es sinónimo de calidad. Su propuesta, sin duda, distinta a lo que se suele ver en esta ASOBAL y cierta garantía de que eso servirá para ver otro partido eléctrico.
Nolasco espera contar sobre el 40×20 con quienes no pudieron jugar en Cuenca. Dijà se va a probar en entrenamiento como lo va a hacer Iván Montoya, y Gerard Carmona ya está con el equipo. Sin duda, después del desgaste contra los manchegos, las tres incorporaciones, con independencia de los minutos que puedan aportar, son valores importantes.
Del café al bocadillo
El partido de este sábado lo ha presentado Bada en el Hotel Abba. El club sigue con su política de colaboración con empresas y el trabajo de que la afición cada vez apoye más al equipo. Y que lo haga ya desde el calentamiento. Si en la anterior cita, contra Granollers, hubo café y pastas, ahora han ideado bocadillo y bebida -6 euros para los no socios, 5 para los que lo son- con el fin de que la grada sea el octavo jugador. Ian Moya -otro de los que firmó un gran partido contra Cuenca- fue el encargado de poner voz al vestuario del equipo. El extremo, otro de esos jugadores moldeados bajo la batuta del cuerpo técnico, cada vez se siente más seguro de su balonmano, sabe que el equipo tiene que ir a una y que el rival llegará con baja y carga de partidos al estar en la EHF. Y eso debe contribuir a que los dos puntos se queden en casa.
Es, precisamente en el Palacio, donde menos ha puntuado este Bada. Y Nolasco ha deslizado el malestar del grupo por ello. “Son conscientes del esfuerzo de la directiva y de que los aficionados animan. Cuando no ganan en casa les fastidia no dar una satisfacción a los aficionados“, afirmó.