Tras los últimos resultados no muy positivos del conjunto oscense llega un partido muy esperado tanto por la plantilla como por la afición.
El equipo entrenado por José Nolasco espera con ansia la llegada del partido del próximo fin de semana contra el balonmano Aragón, es decir, el derbi aragonés.
En esta temporada se han alternado partidos muy buenos, en los que se ha demostrado de lo que es capaz este equipo, con otros no tan buenos, que muestran la irregularidad del equipo, lo que en la competición doméstica supone el no llevar los puntos que se querían en estos momentos.
El conjunto oscense ha demostrado en numerosas ocasiones su grandeza y su capacidad de hacer disfrutar a su afición. Llevan un año irregular, pero es el momento de comenzar a remar todos juntos; todos a una para conseguir el objetivo.
Los jugadores se han ganado el derecho de que en los momentos difíciles se pueda confiar en ellos, porque cuando se les ha necesitado, allí han estado, todos juntos.
Es un momento muy importante de la temporada. El partido pude servir como punto de inflexión para olvidar lo que se lleva de liga y pensar únicamente en los siguientes duelos.
Es un derbi, y como tal, la afición oscense, encabezada por la peña Orgullo de Huesca, va a apoyar a sus jugadores conscientes de la importancia del choque. Saben que es el momento de creer en ellos, porque se han levantado en situaciones muy complicadas y que su apoyo es más que necesario.
Espera una dura pelea en la que los hombres de Nolasco lo van a dar todo en busca de dos puntos muy importantes, que servirían para insuflar un poco de oxígeno, para su afición y por sus colores.
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