HUESCA | Cangas espera este domingo al Bada Huesca y la tropa de Nolasco se prepara para vivir un duelo intenso sobre el 40×20 y alrededor de él. La pista gallega siempre es incómoda para cualquier rival. Pero allí debe empezar el resurgir del siete altoaragonés. Por si no tuviera presión, el central Ignacio Suárez es claro: “Hay que puntuar sí o sí”. Y lo dice consciente de la complicación que tiene el partido contra un equipo que sobre su pista siempre pone las cosas difíciles y esta temporada ha mejorado la calidad de su siete respecto a la anterior.
El central del Bada Huesca subraya que cualquier resultado positivo pasa por ser “intensos atrás y cometer los mínimos errores”. En Cangas, el balonmano es religión y son una pista que siempre está llena de aficionados habrá que capear los momentos difíciles. Lo sabe bien el bilbaíno y el resto del equipo oscense que notó en la pasada jornada el aliento de las más de 2.600 personas que vieron el encuentro contra el Torrelavega.
Suárez transmitió cierta sensación de que ese partido contra el conjunto cántabro debe marcar un antes y un después del Bada Huesca 2024/25. De sobra es conocido que la pretemporada la ha tenido que hacer en el polideportivo de un colegio que no fue hasta la quinta jornada cuando jugó en su casa y que el calendario le llevó a medirse contra el Barça, Cuenca, Bidasoa, León y el Torrelavega. De estos cinco, salvo Cuenca, todos en un escalafón diferente al siete altoaragonés. Por eso Ignacio Suárez desliza que es ahora cuando empieza el calendario contra rivales a los que “hay que ganar”.
Nuevos jugadores en Cangas
Bada Huesca irá con dos caras nuevas a Galicia: Carlos Molina y Bruno García; veteranía y juventud. En principio los dos están en condiciones de competir. Otra cosa es ver cuántos minutos les dará Nolasco en un equipo que sigue teniendo fuera de convocatoria a Teixeira, Oscar, Meris y Rodríguez, y otros, caso de Rafa Paulo “tocados”, en definición del técnico del Bada Huesca, por el mero hecho de cambiar la pista de entrenamiento. ‘El Califa’ lleva tres días con el Bada que son los mismos que lleva de pretemporada, porque desde el pasado mes de mayo no competía “por lo que no podemos exigirle que esté al máximo nivel”, acotó Nolasco. Bruno, por contra, está a plenitud, pero desconoce la categoría y a las compañeros “y esto es un déficit importante”, añade el entrenador.