En la vida de Sinan Bakis todo sigue igual. Maldito con el gol desde hace casi ya dos años, su tiempo en Polonia no ha sido más que la prolongación de su estancia en Zaragoza y, según adelantan los compañeros de El Periódico de Aragón, el Górnik Zabrze está próximo a cancelar su cesión. En este punto, el delantero turco-alemán volverá a salir cedido, aunque con un asterisco en el contrato que no le había acompañado antes: ese préstamo, al Ankaragücü de la Segunda División turca presumiblemente, incluirá una opción de compra a final de temporada.
Bakis, de esta forma, retrocederá sobre sus pasos, volverá al lugar donde se cocinaron todos sus sueños buscando el tiempo añadido que le presta de nuevo el Zaragoza. Con él nunca se supo a qué razón respondía su rendimiento. La cuestión física estuvo en duda desde antes de firmar y la futbolística acabó rompiendo a La Romareda, que esperaba que él fuera el mejor de los suyos.
En punto muerto
En los últimos meses de su carrera hay muchas preguntas y una sola conclusión: está en un punto de no retorno, parece irreversible. Incluso las sensaciones son peores que los propios datos. Zarsac, un buen amigo de Palmadas al Viento, respondía a la noticia con un tuit certero, revelador en cualquier análisis: en la misma liga en la que Marc Gual fue el máximo goleador hace dos cursos, Bakis ni ha jugado ni ha marcado. Y quizás sea ese el mejor de todos los resúmenes.