La XXXV edición de una prueba espectacular, la de esquí de travesía que organiza el Club Pirineos llega este domingo al histórico Balneario de Panticosa. La carrera es valedera para la Copa de Esquí de Montaña de Aragón, que organiza la FAM.
El Club de Montaña Pirineos ha puesto sus ojos en uno de los lugares más emblemáticos del Pirineo como es el Balneario de Panticosa. Más de medio centenar de voluntarios del club zaragozano serán los protagonistas de dar cobertura a este club zaragozano que celebra sus 41 años de historia. La organización tiene como prioridad en todo momento la seguridad de los corredores. Antes de la carrera se planifica un recorrido seguro y se analizan los riesgos, según la climatología. En el marcaje de huella se verificará el estado del trazado hasta horas antes de la salida, con una ruta alternativa en caso de condiciones adversas. Los controles de altura revisan el recorrido durante la madrugada. Existen más de 15 puntos de control repartidos por todo el circuito, y disponen de un botiquín de primeros auxilios. Todos ellos están conectados por radio. Además, el Gobierno Civil de Huesca y el Greim están informados de la competición y en meta hay un médico disponible durante todo el desarrollo de la misma. Una vez finalizada la prueba se hace un análisis de su desarrollo por si es necesario mejorar las próximas ediciones.
Meses antes la organización analiza la zona, piensa en las posibilidades del recorrido y ubica los controles en los puntos estratégicos. Una competición invernal es una competición difícil de prever, ya que necesariamente se depende del capricho de la meteorología y de la cantidad de nieve existente. De poco sirve balizar el recorrido o marcar la doble huella el día anterior si esa noche cae una gran nevada o se viene encima una ventisca.
La salida está prevista a las 9.00 desde el Balneario de Panticosa y los controles de paso se ubicarán en el ibón de Ordicuso, coll de Majada, barranco de Arnales, ibón Arnales, barranco Caldarés, ibón de Lumiacha. Quince minutos después de los ‘pros’ será la salida de los aficionados que trazarán un recorrido con menor distancia y también circular.
El esquí de montaña o de travesía es la disciplina deportiva que combina esquí con alpinismo y alta montaña. Es una disciplina alpina, que permite la ascensión invernal a cimas y su bajada con esquís. El CM Pirineos organiza esta prueba desde hace 35 años. Esa amplia experiencia alpina y devoción por la montaña permitió al club embarcarse hace ya 35 años en organizar una prueba anual de esquí de travesía, valedera unos años para la copa aragonesa, otros para el campeonato de España.
El esquí de travesía también ha evolucionado y mucho desde entonces. “Atrás queda pintar en la nieve una línea que indicaba la salida y la meta, o tener que subir la tarde anterior a los puntos de control, y montar la tienda de campaña para pasar la noche para que todo estuviera preparado al comienzo de la prueba. Algún año dormimos a 20º bajo cero en los ibones de Anayet. Era todo muy artesanal’, recuerda Santiago Albesa, director de carrera.
A lo largo de estos años, las carreras de esta modalidad de esquí han ido evolucionando, tanto en medios técnicos como humanos. La tecnología adaptada al deporte y los nuevos materiales ayudan a que los corredores puedan llevar menos peso. A su vez, la convocatoria de estas pruebas ha animado cada vez a más participantes, con un récord de 250 dorsales en una misma prueba. El perfil del participante también ha cambiado. Antes era un corredor amateur, un montañero que tenía cierto nivel y que se presentaba a la carrera para intentar ganarla. Ahora, el competidor no popular es semi profesional, muchas veces esponsorizado y que se prepara concienzudamente para la carrera. Son muchos los corredores a los que les gusta competir.
Y si bien muchos salen a ganar, también se respira cierto aire de deporte por el puro placer del deporte ligado a la montaña. Fernando Navarro, habitual en este tipo de carreras, lo cuenta así: “Hay algo muy importante, al margen de los resultados deportivos, es la socialización e interrelación con el resto de deportistas, organizadores, etc. Compartir nuestras batallitas al finalizar la carrera, compartir entrenamientos e incluso hacer amigos”. La preparación física de los participantes y la gran acogida de los corredores hacia este tipo de pruebas obliga a que la organización se esmere cada vez más en ofrecer una carrera con recorridos atractivos, seguros y variados. Al preparar una prueba con más transiciones, más emocionante para el corredor y más atractiva para el ranking de las travesías por montaña, poco a poco han hecho que la Travesía Club Montaña Pirineos tenga una mayor relevancia a nivel nacional. Y en esta línea el Balneario de Panticosa encaja a la perfección.