Ganó el Zaragoza un duelo de reyes que decidió Bazdar con un gesto y una definición de otra categoría. Antes, Soberón había adelantado a los maños desde el punto de penalti y Morales, el único que consiguió vencer a un inconmensurable Poussin, había empatado para el Levante. Tasende representó la peor noticia de todas: puede tener una lesión fea que lo empañaría casi todo.
GAETAN POUSSIN (9): Sostuvo al Zaragoza en el momento de mayor flaqueza con dos paradas descomunales, cada vez más habituales en él, y volvió a transmitid una sensación de seguridad bárbara en las salidas y los blocajes. Acabó ovacionado, con una Romareda rendida ante su redención.
IVÁN CALERO (8’5): Es un competidor por naturaleza. Y un tipo tremendamente regular que siempre salda sus partidos con notables y más. Anuló a Brugué, que vivió su peor noche en La Romareda, y el larguero le negó un golazo al poco de empezar la segunda parte con el que hubiera redondeado su actuación.
LLUIS LOPEZ (7’5): Recuperó sensaciones tras un día difícil en Burgos con un partido solvente, siempre bajo el paraguas de Vital. Ganó la mayoría de duelos que disputo, en el cuerpo a cuerpo en todas las acciones fue fiable y su capacidad para corregir a la espalda permitió al Zaragoza tirar la línea muy arriba.
BERNARDO VITAL (9): Es un capitán sin brazalete. Se pega todo el partido ordenando, mandando y liderando, y además es un central inexpugnable que lo gana todo por arriba y por abajo. No hay quien le tosa.
DANI TASENDE (6): Su posible lesión empaña la victoria del Zaragoza, tal y cómo ocurrió con Keidi hace un par de semanas. Dejó un toque exquisito en la jugada del penalti y se mostró más errático de lo normal en los últimos 15 minutos de la primera parte, aunque más por consecuencia de ese problema físico que otra cosa. Sufrió en defensa.
ADU ARES (5): Partió a pie natural y radiografió todas sus acciones. Pecó de previsible, Pampín supo leerlo bien y La Romareda acabó desesperada con él. Aun así, su partido deja cosas positivas: se mostró mucho más participativo y activo en defensa.
TONI MOYA (7’5): Firmó uno de sus mejores partidos como zaragocista. Desde muy pronto tomó la manija del encuentro y en cuanto la soltó, el Zaragoza sufrió. Fue clave en fase de recuperación y en fase de construcción y el Zaragoza encontró en su pase largo un atajo que no se cansó de explotar.
FRANCHO SERRANO (8’5): Todo lo hizo con sentido y todo lo hizo bien. Provocó el penalti y llenó su partido de ayudas, esfuerzos en la sombra, apoyos para generar superioridades. Es un futbolista muy especial, un futbolista con duende, imprescindible en este Zaragoza,
ADRIÁN LISO (7): La figura de Carlos Álvarez provocó que tuvieses más responsabilidades en defensa y aun así consiguió destacar. Es un puñal y un muro a partes iguales, un extremo muy difícil de contener en campo rival y de superar en campo propio. Su última recuperación tiene una de las fotos del partido.
SOBERÓN (6’5): Perdió fuelle con el paso de los minutos, pero se apuntó su quinto gol de la temporada desde el punto de penalti, desde donde también pareció ser un especialista. Menos es más con él.
ALBERTO MARÍ (5): Dejó tres destellos de calidad en acciones individuales que todavía no le habíamos visto, pero apenas representó una amenaza para el Levante. Se supo perdedor en los duelos antes de disputarlos.
También jugaron:
ENRIQUE CLEMENTE (8): Cambió el partido por completo. Borró del mapa a Carlos Álvarez y cortó de raíz el mayor foco de producción del Levante: la banda derecha. Pudo estar más acertado con balón, pudo haberse incorporado con mayor relevancia en ataque… pero cumplió con nota su cometido.
SAMED BAZDAR (9): Frotó la lámpara para inventarse un golazo de otra categoría. Vivió su primera gran noche en La Romareda y demostró que el Zaragoza le necesita siempre.
AGER AKETXE (7): Estrelló una falta marca de la casa en el poste y nutrió a la delantera del Zaragoza de dos buenos balones. Participativo y preciso en sus aportaciones, enseñó su golpeo en cuanto pudo.
IVÁN AZÓN (7):Metió al Zaragoza en el área del Levante nada más salir y libró una guerra sin cuartel ante la zaga levantinista de la que salió vencedor.
CARLOS NIETO (S.C.)
Entrenador:
Víctor Fernández (8): Se adaptó a la necesidad del guion, que tenía nombre y apellidos: Carlos Álvarez. Y su Zaragoza fue un equipo flexible, que sacó a relucir su mandíbula de hierro y su magia en el último tercio. Acertó en el planteamiento y en los cambios y, como de costumbre, volvió a firmar debajo de la victoria del Zaragoza.