Beatriz Royo (Zaragoza, 1991) es una jugadora de baloncesto del Osés Construcción Ardoi, de Liga Femenina 2. Previamente ha jugado en el Picken La Cuina Claret y en el Mann Filter Casablanca, donde llegó a debutar en la máxima categoría. También se ha atrevido en el extranjero: en Reino Unido y Australia. Además, es veterinaria. Hemos hablado con ella.
Habéis terminado en la quinta posición, a las puertas de entrar en la fase de ascenso. ¿Qué valoración haces del curso?
Ha sido una temporada muy buena. Durante toda la campaña estuvimos arriba, entre el segundo o tercer puesto, pero finalmente tuvimos un pequeño bajón y nos jugamos todo en el último partido para entrar en la promoción de ascenso. Perdimos y nos quedamos fuera por el basquet averague. Éramos un equipo recién ascendido, por lo que es un sueño esta quinta posición aunque nos quedásemos con ese mal sabor de boca.
Éramos un equipo recién ascendido, la quinta plaza es un sueño
Y ahora… ¿momento de seguir pendiente del baloncesto?
En el momento en que se acaba, prefiero estar una o dos semanas desconectada del baloncesto. Pero la verdad que soy una persona muy deportista. A la semana siguiente de concluir la liga, ya estaba en el gimnasio, a correr, con la bici… Ahora ya toca volver y hacer un poco de postemporada e ir mejorando en las facetas en las que fallas.
¿Qué es lo que te pide el entrenador, Aitor Alonso?
Soy un poco ‘jugadora locura’. No soy muy técnica, pero me gusta defender y ser muy luchadora para ayudar al equipo y aportar puntos. Eso es lo que me pide Aitor, salir a pista y defender al máximo nivel. En ataque, tengo cierta libertad siempre y cuando aporte todo lo que pueda. Estoy contenta porque han confiado en mi desde el principio y eso que empecé solo dos días antes de empezar la temporada, por lo que no hice la pretemporada. Lo cierto es que el equipo me ha tratado súper bien.
También has jugado en el extranjero. Concretamente en Reino Unido…
Salí de Zaragoza y me surgió la oportunidad de jugar en el Sevenoaks Suns de la WBBL, que este año han sido campeonas de liga. La verdad que caí en el equipo indicado porque era la primera vez que salía de casa y me acogieron genial. Convivía con dos o tres americanas que me sirvió para madurar, salir de casa y experimentar cosas nuevas. Aquí estamos acostumbrados a tener todo fácil, el equipo de casa, estar con la familia, las amigas cerca… A parte del baloncesto, me sirvió para madurar y evolucionar como persona. A nivel deportivo, llegamos a semifinales. Desde entonces, el club ha querido apostar más por el baloncesto y cada año quedan mejor.
¿Y qué tal tu aventura por las antípodas?
Tuve la oportunidad de ir a Australia con mi hermana (Estela Royo). Fue una experiencia genial, porque vas a la otra parte del mundo. El baloncesto allí es completamente diferente: es muy rápido y explosivo. Tuvimos la oportunidad de ir las dos juntas, viajamos un montón, visitamos un montón de ciudades… ¡Una experiencia genial!
El baloncesto en Australia es muy rápido y explosivo. ¡Visitamos un montón de ciudades!
En la temporada 2016/2017 sufrías el peor momento de la carrera de un deportista, una lesión de gravedad que te hizo perderte todo el año con el Femenino Aragón de Liga Femenina 2. ¿Cómo fue aquello?
Lo más duro para mi fue que me lesioné en el primer partido. Había jugado 6 minutos, y en el momento me di cuenta de que me había roto el ligamento. Fue un año duro, porque me pegué todo el año de recuperación con el gimnasio, piscina… Estuve muy bien cuidado por los fisios, preparador físico, por Javi Aladrén (el entrenador). Al final eso te hace volver con más ganas y afrontar cada entrenamiento con más ilusión. Eso me hizo más fuerte.
Tras la lesión, volví más fuerte. Estuve muy bien cuidada
Y después de aquello, vuelta a las canchas con el Picken La Cuina Claret de Liga Femenina 2…
Al principio era un poco duro. Yo pensaba que iba a entrar en pista y estar al 100%, y evidentemente no era así. Yo pensaba que corría un montón y no era así. El cuerpo técnico me ayudó muchísimo y apostaron por mi. Al principio me tocó estar bastante en el banquillo, pero poco a poco fui entrando más en pista. ¡Fue un temporadón, conseguimos llegar a la fase de ascenso!
Esta temporada has logrado tus mejores números personales con 11,5 puntos y 4,1 rebotes…
Las estadísticas no son importantes para mi. Lo importante es que el equipo gane y que estemos unidas. Las estadísticas reflejan solo una parte, no reflejan ni la intensidad ni la defensa. No sé si llamarme veterana, pero cada vez me veo más madura y capaz de aportar más cosas y con más experiencia y que puedo ayudar más al equipo.
Lo importante es que el equipo gane y estar unidas; no las estadísticas
En la temporada 14/15, formabas parte de la plantilla del Mann Filter Casablanca de Liga Femenina y tuviste la oportunidad de jugar en 20 encuentros. ¿Tienes en mente tener la oportunidad de volver a la máxima categoría?
Es cierto que a todo el mundo le gustaría jugar en Liga Femenina 1. Ahora tengo varias opciones, pero todavía no sé lo que voy a hacer la temporada que viene.
Y lo que más mérito tiene… Compaginas tu actividad de deportista con tu trabajo en Zaragoza como veterinaria. ¿Cómo sacas tiempo para todo?
Yo pienso que estoy un poquillo ‘loca’ (risas). No me gusta estar parada. Han sido dos años en los que estaba trabajando aquí en Zaragoza y los jueves tenía que ir a Pamplona o Valencia. Pero al final es lo que me gusta y con lo que disfruto, he estado contenta de hacerlo. Como lo disfruto, estoy contenta.
Trabajo en Zaragoza hasta el jueves y me toca ir a Pamplona con el equipo