Tiago Manuel Dias Correia, alias Bebé, reforzará el ataque del Real Zaragoza. Juan Carlos Cordero ha logrado sobre la bocina la cesión, sin opción de compra, del portugués. Bebé llega procedente del Rayo Vallecano, donde había perdido su protagonismo de siempre. Irregular, siempre le costó entender el juego colectivo y buscó simplificarlo todo a través de su disparo. En su carrera como jugador ha desarrollado una jugada propia, casi una marca registrada. Parte de la izquierda, busca el quiebro y un latigazo tan imprevisible como difícil de detener.
Llega al Zaragoza en la parte final de su carrera, con 32 años y dudas sobre su estado físico. Siempre fue un jugador explosivo, pero ha perdido la punta de velocidad que le hacía diferente. Es un futbolista de momentos, de arranques y con una personalidad muy especial. Su carrera está llena de equipos, de caminos cruzados. Nacido en Lisboa, sus orígenes son caboverdianos. Debutó en el Estrela da Amadora, pasó por el Manchester United, Besiktas y regresó a Portugal para jugar en el Paços de Ferreira, Río Ave y el Benfica. Una parte muy sustancial de su carrera se ha desarrollado en España, desde Córdoba hasta el Rayo Vallecano, con el Eibar como estación de paso.
El mercado invernal está lleno de laberintos, de soluciones de última hora y de segundas oportunidades. El Zaragoza ha elegido a Bebé, unos minutos después de hacer oficial la rescisión de Radosav Petrovic. El club aún no había hecho oficial su contratación pero el portugués ya aparecía inscrito en la web de La Liga.
El portugués no era la primera opción del mercado, pero llega para paliar los defectos de una plantilla descompensada y llena de desperfectos. Juan Carlos Cordero cierra así su primera ventana en Zaragoza, con las cesiones de Tomás Alarcón y Bebé. Se movió siempre sobre el alambre, como si el mercado fuera también un reloj de arena. El director deportivo cree en la reinserción del portugués y espera que sea la llave de todos los goles perdidos.