El Real Zaragoza hizo oficial a última hora la cesión de Tiago Manuel Dias Correia, más conocido como Bebé. El portugués le debe el alias que le ha hecho célebre a su hermano. Incapaz de decir su nombre durante la infancia de los dos, Tiago fue Bebé para todo el mundo.
La última incorporación del Real Zaragoza demuestra que a veces el talento surge en los contextos más complejos. Tutelado por su abuela, pasó diez años en un orfanato de Lisboa: la casa do Gaiato. Ese lugar ha marcado a Bebé en la vida y en la piel. Le sirvió como la más eficaz de todas las escuelas: suele decir que allí aprendió todo lo que sabe. También que en ese escenario descubrió el fútbol.
Con 14 años entendió que ese deporte que antes no le gustaba le podía cambiar la vida. Desarrolló su cuerpo y jugó a sol y sombra. Cuando iba a cumplir la mayoría de edad, El Europeo de los sin techo fue su mejor escaparate: marcó 40 goles en solo 6 partidos y llamó la atención de todo el fútbol portugués. Le reclutó el Estrela da Amadora y pasó por el Victoria de Guimarães antes de que el Manchester United apostara por su fichaje. Carlos Queiroz recomendó su contratación, que superó los 10 millones de euros.
Rebelde en el fútbol y en la vida, nunca encajó en el plan colectivo de sus entrenadores y siempre fue un verso libre. Sin disciplina para la pizarra, se vio pronto capaz de resolverlo todo por sí mismo. Dueño de fogonazos y de una jugada propia, es capaz de levantar a la grada y de decepcionarla poco después. Sin mucha regularidad en las temporadas, no encajó en Old Trafford e inició su periplo en Europa. Jugó en el Besiktas antes de regresar a Portugal, donde pasó por el Río Ave, el Paços de Ferreira y Benfica hasta encontrar su sitio en España.
Bebé, 9 años en el fútbol español
El Córdoba fue su primera estación en España, en la temporada 2014/2015. Le siguió el Rayo Vallecano, donde ha jugado en varias etapas y mejor que en ningún otro lugar. El Eibar también disfrutó de sus servicios y de sus goles desde la distancia. Sin grandes conceptos colectivos, inestable en las temporadas, siempre entendió el partido como una ecuación simple: como una oportunidad para lucir y ser protagonista. El portugués ha desarrollado una marca registrada: regate de izquierda a derecha y un disparo demoledor.
¡Bienvenido, Bebé! 🤍💙
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— Real Zaragoza 🦁 (@RealZaragoza) January 31, 2023
Distinto en casi todo, a menudo inconstante, había perdido todo el protagonismo en el Rayo Vallecano de Iraola. Frustrado el fichaje de Manu Vallejo, Juan Carlos Cordero decidió aprovechar la última opción que le ofreció el mercado. Después de deshacerse de Petrovic, buscó en Bebé a un jugador singular, empeñado en resolver los partidos por su cuenta.
Es una carta en blanco, una apuesta arriesgada: está por ver si llega en un buen estado físico y si su juego tiene el apoyo unánime de la grada. El coste de la cesión se acerca a los 300.000 euros y Bebé está lejos de ser una certeza, sino un futbolista capaz de lo mejor y de lo peor en la misma jugada.
El Real Zaragoza cerró el mercado con la contratación de un extremo atípico como Bebé, casi insolente, al que nadie supo cambiar. Un jugador que alcanzó la élite del fútbol desde un orfanato de Lisboa.