Se calcula que 3.700 personas visitaron el Valle de Benasque en el que se ha convertido el torneo mas multitudinario de Aragón organizado por clubes, en el aspecto deportivo. Pero no solo el 3×3 de baloncesto Valle Escondido es importante por ello. También es un importante vector económico para el territorio.
Con nuevamente el cartel de completo y con los equipos deseando inscribirse ya para el 2023, el torneo celebrado en el Valle de Benasque no puede mas que calificarse de rotundo éxito. El fin de semana estuvo repleto de baloncesto y actividades. Y todo ello en las 12 canchas y 6 sedes instaladas a los largo del Valle. Hubo seis localidades implicadas y un servicio especial de transporte permanente entre los mismos.
El desfile inaugural de los mas de 1.300 participantes en el Torneo junto a sus familias, con el acompañamiento de la batucada de la Ball, dio el pistoletazo de salida a una edición marcada por la incertidumbre de la lluvia. Esta apareció de forma intermitentemente sin que afectara a la práctica totalidad de los partidos.
La nueva pista en el CES de Benasque dio a los visitantes la posibilidad de contemplar nuevas panorámicas del Valle debido a sus espectaculares vistas. Durante la fiesta del sábado noche, destacó el 3×3 +35 con nada menos que 12 equipos apuntados, disfrutando los padres de los jugadores de su momento de baloncesto y diversión, animados esta vez desde la grada por sus hijos.
Lucha contra el cáncer infantil
Continuó así mismo la colaboración con el proyecto Pulseras Candela de ayuda a la investigación del cáncer infantil. El objetivo era vender la gran cantidad de pulseras confeccionadas por los vecinos del Valle de Benasque durante este invierno. El diseño de muchas de ellas con los colores de los equipos del torneo. Y lo recaudado –más de mil euros– fue donado para contribuir en la lucha contra el cáncer infantil.
A nivel deportivo, el baloncesto de base y formativo triunfó en forma de vibrantes partidos por niños venidos de varias comunidades de España: Aragón, Cataluña, Cantabria, Valencia, País Vasco, Madrid y La Rioja. Se contó con los pabellones de Benasque y Castejón de Sos, las cuatro pistas habilitadas en la entrada de Benasque -la ya famosa ‘rotonda’-, las dos exteriores en Villanova y la nueva sede del Centro de Secundaria de Benasque. Un reguero de jugadores y familias desplazándose sin cesar por todo el Valle de Benasque.
No solo baloncesto
Los participantes, además de los partidos, disfrutaron de actividades en el Valle como el trotbike en el nuevo pump track de Castejón de Sos, equitación, kayak, rafting, taller de rappell y escalada y excursiones btt.
A nivel deportivo, gran reparto de campeonatos entre los clubes presentes, jugándose unas finales competidas y con nervio, dentro del ambiente festivo que la organización esperaba, con presencia incluso del club anfitrión. El equipos de voluntarios liderado por las familias de los jugadores del Basket Alta Ribagorza funcionó como un reloj y los visitantes se llevaron la mejor impresión de las gentes del Valle de Benasque, prometiendo la mayoría volver muy pronto, esta vez de vacaciones.