Si pronunciamos el nombre de Perico Delgado, los más jóvenes probablemente solo le reconocerán como un concursante de ‘Masterchef Celebrity’.
Los más mayores, en cambio, dirán que ha sido el ciclista que más les ha hecho levantarse de la silla con sus hachazos en esas tardes veraniegas de televisión y siesta en algunos casos, o 37 grados a la sombra y transistor en otros.
Personalmente por mi edad pude vivir solamente sus últimos años de carrera profesional. Y aunque todavía recuerdo el tour del 88, me quedan más próximas sus etapas de principios de los 90 sufriendo encima de la bicicleta intentando no perder la estela del grupo escapado para poder arañar una victoria de etapa o un puesto en el escalón del podium de la Vuelta a España. Fue entonces cuando escuché por primera vez aquello de que Perico Delgado estaba haciendo la goma.
En algunas de esas etapas parecía que a medida que aumentaban de dificultad, al bueno de Perico le iban fallando las fuerzas y se iba descolgado del grupo cabecero. Sin embargo lograba reponerse y a los pocos kilómetros volvía a colocarse entre los elegidos.
En el partido de nuestro Huesca ante la Real Sociedad hemos visto a los dos Pericos, en la primera parte, al de su plenitud. Al ganador de tour y vuelta a España. Y en la segunda, al de sus últimos años. El que con sacrificio, entrega y sufrimiento se agarraba a la bicicleta para poder seguir vivo en la competición.
Tras estas tres jornadas anteriores en las que los resultados han sido adversos y parecía que el equipo podía descolgarse -derrotas ante Alavés, Atlético de Madrid y Getafe- éste ha vuelto a recuperar sensaciones. Ha vuelto a colocarse entre sus competidores y ya sea con hachazos o haciendo la goma, peleará por el podium final.