El hábito de hacer deporte debe ser introducido desde la niñez. Ya que ayuda al buen desarrollo físico y mental de los niños. Mediante el ejercicio y el deporte el niño desarrolla equilibradamente las diversas capacidades intelectuales, físicas, morales y estéticas
Padres árbitros | Foto: P. RamirezPara disfrutar de los BENEFICIOS PARA LA SALUD QUE OFRECE EL DEPORTE A LOS NIÑOS es necesario practicarlo de forma regular, entre 30 y 60 minutos diarios:
• Aumenta la resistencia del corazón y previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
• Ayuda a desarrollar mejor y más rápido la capacidad de coordinación de movimientos.
• Mejora la resistencia y la fuerza muscular, previniendo las lesiones musculares.
• Potencia el conocimiento del propio cuerpo.
• Aumenta la flexibilidad (el niño es más ágil, más rápido y con menos riesgo de torceduras y caídas).
• Reduce el tejido graso y aumenta el tejido muscular (previene la aparición de sobrepeso).
• Favorece la fijación del calcio en los huesos.
Dentro de los ejercicios considerados como beneficiosos, es decir, sin riesgo alguno para los más pequeños se encuentran la natación, el ciclismo, el balonmano, el baloncesto o el patinaje.
Sin embargo, no se aconsejan hasta los 9-12 años aquellos deportes que supongan un esfuerzo demasiado grande como por ejemplo el rugby, wind surf, esquí náutico o halterofilia, entre otros.
CONSEJOS ALIMENTARIOS PARA EL NIÑO DEPORTISTA DE COMPETICIÓN:
Antes de la competición hay que dar un aporte suficiente de hidratos de carbono complejos (pastas, arroz, pan, galletitas,…) desde 2 o 3 días antes.
- La comida hecha antes de la competición debe ser de fácil digestión, con poca grasa y sin exceso de fibra.
- Hay que procurar que entre la última comida y el inicio del ejercicio pase un mínimo de 2,5 o 3 horas.
- Durante las competiciones de larga duración hay que aportar alimentos que sean fáciles de tomar como fruta fresca madura, tostadas, galletas, barritas energéticas, batidos, yogures bebidos, etc.
- Una vez acabado el ejercicio hay que evitar el consumo de alimentos sólidos, al menos durante una hora.
- Es imprescindible un buen aporte hídrico ya que con el sudor se pierde agua y sales minerales (especialmente sodio) y hay riesgo de deshidratación.
La bebida más apropiada es el agua mineral (sin gas), a la que se le puede añadir pequeñas cantidades de jugos de frutas diluidos.
Como la sensación de sed se produce cuando la deshidratación ya ha comenzado hay que procurar iniciar el ejercicio con las reservas de agua completas (hay que empezar a tomar agua desde 2 horas antes, en pequeñas cantidades y de manera continuada).
En caso de practicar ejercicios que duren más de 45 minutos hay que ir tomando agua cada 20-30 minutos (para deportes de larga duración hay que añadir al agua glucosa y sales minerales y aunque hay bebidas comerciales para atletas se aconseja no consumirlas ya que suelen tener demasiado azúcar, sodio o potasio para los más pequeños).
Una vez el niño ha acabado el ejercicio debe seguir reponiendo líquidos para compensar los perdidos con el sudor.
RIESGOS QUE SUPONE EL DEPORTE EN LA EDAD INFANTIL:
La extraordinaria capacidad que tienen los niños para aprender desemboca muchas veces en la especialización demasiado temprana, siendo frecuente en determinados deportes como el patinaje artístico, el esquí, la natación de competición, el tenis, el salto de trampolín, la gimnasia, etc.
Hay diversos estudios que reflejan algunos perjuicios que conlleva la práctica deportiva especializada precozmente en edad infantil:
Riesgos físicos:
La repetición exhaustiva de los gestos técnicos con la finalidad de su automatización y afinamiento supone una influencia en el cuerpo (sistema esquelético, articular, muscular, etc.), muchas veces negativa puesto que están en plena etapa de crecimiento y desarrollo.
Riesgos deportivos por la especialización a ciegas:
No se puede llegar a conocer con exactitud las características del futuro deportista de élite cuando éste tiene pocos años de edad. Si se insiste en ello, es más que probable que se esté especializando a un niño en una práctica deportiva para la que puede no tener en un futuro especiales condiciones.
Lo mismo que el deporte conlleva BENEFICIOS PSICOLÓGICOS como son:
• Ayuda al niño a ganar seguridad en sí mismo, ya que el hecho de ir superando retos anteriores hace que se sienta capaz de afrontar otros de mayor dificultad.
• Se siente más independiente, capaz de decidir por el mismo.
• Contribuye a aumentar la autoestima.
• Favorece la autonomía.
• Ayuda a descargar tensiones.
También tiene algunos RIESGOS PSICOLÓGICOS: pueden aparecer consecuencias negativas relacionadas con la conducta y con el estado mental: niveles anormalmente altos de ansiedad, estrés, frustración, irritabilidad, etc.
Además, al tener que dedicar tanto tiempo al entrenamiento, tienen que saber compaginarlo con la actividad académica normal y saber aguantar la presión que esto supone.
Alo que debemos añadir la sobrecarga emocional de los padres, que pensamos que sabemos mas que cualquier entrenador, y que nuestro hijo es mejor que cualquier deportista olímpico, lo que le somete a mayor presión.
En la imagen superior del artículo vemos algunos de los consejos de la psicóloga deportiva Patricia Ramírez, para que esto no ocurra.