El Real Zaragoza sigue acumulando disgustos y llenando la enfermería de efectivos. Sergio Bermejo es la última incorporación a este grupo. Fue sustituido el lunes en el partido ante el Leganés por una lesión muscular de la que aún no se conoce el alcance. La ausencia de su talento deja a los blanquillos huérfanos.
En camilla y con gestos de dolor. Así abandonó el 10 zaragocista el terreno de juego cuando no se había disputado ni media hora en Butarque. Tras notar un pinchazo en una acción solitaria, Bermejo se tiró al suelo y finalmente en el minuto 29 salió del césped. Fran Escribá declaró en la rueda de prensa post partido que era una rotura en el aductor y que “tendrá plazos de lesión muscular”. Por su parte, el club no ha hecho nada oficial, aunque anunciaron que el martes se iban a realizar las pertinentes pruebas médicas, por lo que pronto se esperan novedades.
Una temporada de molestias musculares
Bermejo ya sufrió problemas físicos en la semana previa al duelo contra el Huesca. Ese martes no jugó ningún minuto en el Carlos Belmonte y se ejercitó al margen del grupo ese mismo jueves. Además, todavía en la era Carcedo, estuvo de baja tres jornadas por el mismo motivo: se lesionó contra el Granada y se perdió los enfrentamientos con Tenerife, Andorra y Alavés.
Bermejo, el capitán del barco
Así pues, se suma a las bajas de Lasure, Valentín Vada, Cristian Álvarez o Iván Azón, la cual se está alargando más de lo previsto. Esperemos que esa situación no se repita con Bermejo, pues su pérdida es muy importante y tendrá un gran impacto para el vestuario. Desde la llegada del nuevo técnico, El canterano del Celta ha adquirido un rol protagonista y está rindiendo a un nivel excelente. Ha sacado su mejor versión, creando juego, organizando, peleando cada balón y siendo el líder indiscutible. Estaba destacando por encima del resto. Diferencial.
No hace falta aguardar para comprobarlo. El propio lunes fuimos testigos. Gaizka Larrazábal entró en lugar del madrileño cuando el encuentro iba 0-1 para los maños. Sin Bermejo la película cambió totalmente. El ritmo fue otro. El Real Zaragoza dejó de crear, dejó de dominar, se desorganizó y apenas tuvo ocasiones claras. Terminó perdiendo el partido 2-1 y dejó escapar una oportunidad de oro para escalar en la clasificación.
Por suerte, llega el parón navideño y hasta el 8 de enero no regresa la competición doméstica, lo que permite al futbolista disponer de tiempo para recuperarse. Por el bien del Zaragoza, rezamos para que no sea nada grave, porque, ahora, la vida sin Bermejo no brilla.
En Leganés, con Bermejo, el equipo no jugó a nada… el gol viene en una jugada aislada, con un escándaloso fuera de juego previo de Simeone a patada en largo del portero, que toco en el cabello de su compadre Mollejo… y, luego, rien de rien… como en tantos partidos que ha saltado al césped sin trascendencia alguna (1 gol / 2 asistencias en 16 partidos)…