ZARAGOZA | Bernardo Vital apenas tardó tres días en consolidarse como un central de garantías para el Real Zaragoza. El ex del Estoril de la primera división portuguesa ha demostrado a base de compromiso, fuerza y calidad que se trata de uno de los defensas más talentosos de la categoría. No obstante, el portugués disputó ante el Sporting de Gijón su peor partido como blanquillo.
Vital llegó a la capital aragonesa tres días antes del debut liguero del Real Zaragoza en Cádiz. Casi sin haber completado ningún entrenamiento a las órdenes de Víctor y tras la indisposición de Jair, el central lisboeta se comprometió a comenzar el encuentro como titular. Desde entonces, el zaguero no ha abandonado su puesto. Junto a Lluís López ha formado una dupla defensiva que únicamente ha encajado cuatro goles en los primeros siete partidos de la temporada.
Agresivo y fuerte en defensa, el ’15’ blanquillo parece no necesitar adaptación. Entendió a la perfección lo que el entrenador quería de él y se entendió a la perfección con sus compañeros desde el primer momento. Demostró estar comprometido con el proyecto desde el comienzo. Dejó su puesto como capitán en el Estoril y ‘bajó’ a la Segunda División de España para ayudar al Real Zaragoza a lograr el ascenso. No es de extrañar que se haya convertido en un ídolo entre la afición.
Sin embargo, el pasado sábado ante el Sporting, se vio a un Vital perdido, desconcertado en ocasiones y que, junto a Enrique Clemente, aparecerá en el imagen del gol local. Tras el error cometido por el canterano, Vital acudió lento a la disputa y Rosas se lo quitó de encima con un simple amago para anotar el único tanto del partido. Le costó superar la presión rival y en defensa estuvo falto de confianza e intensidad. En definitiva, un partido para olvidar.
Sin los sancionados Lluís López ni Clemente a su lado, habrá que comprobar cómo se desenvuelve el portugués este sábado en La Romareda. Habrá que comprobar si lo ocurrido en El Molinón fue un simple desliz o si Vital esconde más debilidades. No obstante, un partido en el que el Real Zaragoza acabó con nueve jugadores no debe ser motivo para escandalizarse. No se debe echar por tierra lo que Bernardo Vital ha mostrado durante los anteriores encuentros. Estamos ante un defensor de élite, agresivo cuando es necesario, con habilidad para la salida de balón y capacidad de liderazgo en la zaga.