“Quiero hacer oficial que con mucha pena, con mucha tristeza y con todo el dolor de corazón voy a dejar el Bada Huesca“. Han sido las primeras palabras de Oier García en la rueda de prensa donde el capitán del equipo acaba de anunciar su punto final a seis años como jugador en la capital altoaragonesa. Regresa a Vizcaya por motivos laborales y porque las lesiones han lastrado su cuerpo. Se va en lo físico, pero no en lo espiritual. El anuncio lo ha hecho al lado del presidente de la entidad, Pachi Giné, y delante de la plantilla y del cuerpo técnico. “No digo adiós, sino hasta siempre”, ha enfatizado Oier con palabras cargadas de sentimiento.
Llegó hace seis años a un club que le dio la posibilidad de jugar en la Asobal. Era la primera vez que salía de su casa, de Basauri. Y regresa después de haber cumplido con creces su objetivo. No solo ha jugado en la Asobal. También ha disfrutado de otras competiciones y su deseo es que el equipo se aferre a la tercera plaza. Su deseo es que el Bada Huesca vuelva a donde estuvo en su día: en competición europea. “El equipo se lo ha ganado a pulso estar allí”, afirmó el extremo vasco.
Jugador querido por la afición, vehemente sobre el 40×20, se marcha pese a que seguía contando con la confianza del entrenador y del club. Oier es de esos tipos que va de cara. Dice lo que piensa y no disfraza las palabras. “Se me hace muy difícil continuar. Hay nuevos proyectos y planes de futuro tanto personales como de pareja (Patricia) que me hacen cambiar de ciudad y volver a mi tierra. Eso es lo que me ha llevado a tomar la decisión”, ha concretado.
Oier ha agradecido al club, a sus compañeros actuales y anteriores y a la afición, el cariño que ha recibido, sobre todo, en los momentos más complicados, que también los ha habido. Cada frase pronunciada por Oier ha sido un punto más de emoción. Apenas la ha podido sujetar. Se va de Huesca dejando al BM Huesca como una “familia” y se va de una ciudad, a la que llegó desde Basauri sin conocerla nada, y ocupa ya un lugar importante en su vida. “Huesca hace tiempo que dejó de ser una pequeña ciudad desconocida para ser algo muy importante dentro de mi vida. Me ha dado grandes momentos, he compartido grandes cosas y siempre llevaré a esta ciudad y a esta gente conmigo”, explicó.