A un segundo del bocinazo final, Thiago Alves Ponciano envió el balón a la red del Bada Huesca, que jugaba con uno más sobre el 40×20 por la exclusión de Agustín Vidal, para que Cuenca rompiera las tablas en el electrónico y se impusiera por un ajustado 25-24.
Los porteros de Cuenca y Bada –Vial y Pejanovic- se pusieron en el primer acto las pistolas en el cinto para ver quién lo hacía mejor, para ver quien desenfundaba mejor manos y piernas para frenar al rival. Acabaron por encima del 40 % de paradas por lo que ambos equipos cimentaron el juego sobre su solidez defensiva. Cada ataque de un equipo era respondido de la misma forma por el contrario: parada por parada, gol por gol. Nadie dominó el encuentro y ambos sietes se fueron al vestuario con 11 tantos en el electrónico. La buena noticia para los altoaragoneses es que Mugerza, Mira y Novelle daban minutos pese a que llegaron a la cita con diversas molestias físicas.
Jugar en Cuenca siempre tiene su miga. Con un público entregado a sus colores, los partidos se viven con intensidad. Al local le gusta… y al rival también. Será cosa de la adrenalina. Jugar en pabellones tan calientes gusta a los profesionales, siempre que sepan jugar con esa presión, que te motive, te espolee y no te achante. Los primeros 30 minutos fueron puro nervio a la espera de que alguno de los dos sietes decidiera tomar el mando de un partido que para Cuenca era casi más importante que para un Bada que busca en lo que resta de Asobal colocarse en la octava plaza.
El segundo acto arrancó con un cambio en la portería del Bada. Entró Arguillas y Cuenca cobró una ligera renta de dos goles en los primeros seis minutos de la reanudación. Nada grave. De un 15-13 se pasó al 18-17 con gol de Víctor Sánchez. Eloy, otra vez en plan magistral, lograba poner en ventaja al Bada con un 19-20 en el ecuador del segundo acto. Si hasta entonces, Cuenca llevaba le mano en el electrónico por un tanto, en esta ocasión era el Bada quien recogía el testigo con 10 minutos para escuchar el último bocinazo de la noche. Fue un espejismo. El Bada empezó a ver cómo su depósito de gasolina empezaba a mostrar signos de agotamiento.
Tiene una plantilla justita por los problemas que arrastran varios de sus jugadores y que en segunda vuelta se hace más patente. Cuenca vio la herida y echó sal sobre ella para meter un 24-22 a seis minutos del final. A dos minutos, el 24-24 en el electrónico lo dejaba todo en el aire y, sobre la bocina, Thiago Alves Ponciano mandó la bola a la jaula para ganar el partido y sumar su décimo tanto con el que abrochó una gran actuación.
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[acc_item title=”FICHA TÉCNICA”]
Cuenca: Vial (p), Vainstein (1), Ponciano (10), Rafael López (3), Vallés (5), Sergio López (3) y Frade (2). Siete inicial. Samuel Ibáñez (ps), Mendoza (1), Zejak, Tolmos, Ortega, Cortes, Fernández, Agustín Vidal, Martínez.
Bada Huesca: Pejanovic (p), Cabanas (2), Rochel (5), Eloy (3), Adrián Nolasco (1), Dijà (1) y Oier (1). Siete inicial, Arguillas (ps), Doldán (4), Jorge Lafuente (1), Mugerza (1), Novelle (1), Escribano, Mira, Víctor Sánchez (4) y Garzo.
Parciales cada cinco minutos: 4-3, 4-6, 7-7, 9-9, 10-10, 11-11 (descanso), 12-13, 17-16, 19-20, 20-21, 23-22 y 25-24
Árbitros: Ballano y Rodríguez. Excluidos Ortega, Zejak, Vidal, Rafael López y Vallés por el Cuenca; Adrián Nolasco (2) y Dijà por el Bada.
Fotos: Cuenca News
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