ZARAGOZA | No pudo ser. El Casademont Zaragoza ganó una batalla al Bourges (64-73), pero no la guerra. Tras caer 55-75 en la ida de estos cuartos por el ‘play-in’ a la Final Six de la Euroliga, las de Cantero buscaron agarrase a la épica en la vuelta, con el complejo objetivo de remontar hasta 20 puntos. Cosa que nunca llegó, pues las locales fueron mejor prácticamente a lo largo de todo el partido y, aunque las rojillas lograron meter el miedo en el cuerpo a Olivier Lafargue en el último parcial, la remontada nunca se llegó a consumar. Así, al igual que decía el mítico dibujo animado, Bugs Bunny, “that’s all folks” (eso es todo, amigos), el Casademont dice adiós con honor a la competición más prestigiosa de clubs europeos en lo que ha sido un trayecto tan bonito como emocionante.
El partido arrancó con un Casademont bien plantado sobre el parqué francés y con un ‘miniparcial’ de 0-4, obra de Marie Mané, que daba alas a las de Cantero, consciente de que tenían la titánica y casi imposible misión de remontar 20 puntos al Bourges a domicilio. Como era de esperar, las locales no se quedaron mirando y vía Okonkwo y Astier pusieron las tablas a los tres minutos, dejando claro que lo de la ida no fue casualidad.
A partir de aquí llegó una oleada de más ataques que defensas en un partido que se volvió loco. Aunque el Casademont facturara desde el triple con Mariona, Okonkwo no solamente devolvía las tablas al luminoso, sino que castigaba a las visitantes con un triple y dos libres que volvían a estar por delante (9-7). Esto no le gustó nada a unas Tanaya Atkinson y Marie Mané que intentaron tirar la puerta abajo desde el triple y el libre, para, unidas a Shate Evans, volver a recuperar aquello que les pertenecía (14-18).
Para remontar 20 puntos, el miedo debía quedar a un lado y la alegría tenía que estar patente sobre la pista. Mané intentó traer un poco de esto último un grandísimo triple, pero rápidamente fue contestado por un Bourges que no quería sustos (18-18). No obstante, la francesa quería ser profeta en su tierra y volvió a endosar otro desde detrás del 6.75, para, con permiso de Hermosa, marcharse 19-23 al segundo cuarto.
La diferencia de 4 puntos no era muy grande, pero sí que era un buen inicio de ruta para seguir. No obstante, todo se volvió más grisáceo en los segundos 10 minutos, pues el Bourges, en un visto y no visto, no solamente igualó el partido, sino que lo remontó con un voluminoso parcial de 7-0 que obligaba a Cantero a detener el choque y mirar a ver qué pasaba con las pérdidas de posesión (28-25). La gesta se complicaba por momentos, pero tras el parón llegó la que parecía ser una nueva reacción rojilla, con Pueyo y Nystrom dando alas a las visitantes. No obstante, las de siempre, Okonkwo y Green, se ocuparon de que las rojillas no se soltaran mucho la melena, con 5 puntos consecutivos que significaban volver a empezar (33-29).
A falta de 4 minutos, el Casademont intentó, por enésima vez, rechistar, vía Atkinson y Evans, que acompañadas por Mawuli y Pueyo permitían a las rojillas asustar tímidamente a un Bourges que era sabedor de su ventaja, aunque pedía tiempo muerto (35-37). En los últimos 60 segundos, las locales volvieron en sí, y remontaron el marcador para marcharse al túnel de vestuarios 40-37.
Un buen tercer cuarto que no acaba sirviendo
Tras el varapalo de los últimos instantes del segundo cuarto, el Casademont Zaragoza salió a la pista mucho más centrado, especialmente en defensa, porque hasta casi 6 minutos se pasó el Bourges sin anotar. El problema venía en que, a pesar de que las rojillas lograron empezar con un parcial de 0-6, vía Mawuli y Pueyo, al balón le costaba entrar en la canasta, sumado a las constantes faltas no señaladas a las francesas, dejaban a las pupilas de Cantero con la sensación de “querer y no poder” (40-43).
No obstante, quien perdona lo paga, también en el baloncesto, y los fallos en ataque fueron penalizados por un Bourges que despertó de su letargo y le endosó un doloroso parcial de 6-0, con Diaby y Astier a la cabeza, que ponían el luminoso en 46-43 y tiraban prácticamente por tierra las pocas esperanzas que todavía quedaban para el pase a la Final Six.
Tras un tercer cuarto en el que las rojillas no había anotado todavía de dos, Atkinson, la visitante más inspirada, logró un 2+1 con su ya clásica penetración al aro para romper la mala racha desde dentro del 6.75 y entrar al último minuto 50-49, con permiso de Spanou. En el último instante, Green logró un canastón sobre la bocina, pero Mané logró un triple para marcharse 52-52 al último periodo.
A expensas de un milagro, el Casademont salió a los últimos 10 minutos decidido y sin mirar el luminoso. De poco servía pensar que había que remontar 20 puntos en 10 minutos. El esfuerzo era innegociable, pero los guarismos fueron realmente bajos y, en los primeros 3 minutos, solamente se produjeron 4 puntos, dos para cada equipo, que poco cambiaban la película para el fastidio zaragozano (54-54). Tras esto, llegó un duelo individual entre Diaby y Mawuli, facturando 4 la local y 5 la rojilla, que seguían sin permitir despegar a las visitantes (56-59).
No obstante, este fue el detonante para volver a creer, porque las de Cantero se pusieron el cuchillo en la boca y metieron el miedo en el cuerpo a las francesas con un inapelable parcial de 7-0, que obligaban a Olivier Lafargue pedir tiempo muerto por si las moscas y ante las claras dudas de su equipo a falta de 3:50 (56-66). Tocaba robar y correr. Sin embargo, el equipo notó la falta de físico y la escasez de efectivos y Diaby aportó cloroformo para dormir el duelo y frenar la oleada visitante (62-68). Los dos minutos que quedaban fueron un mero trámite, una mera espera para llegar al final del partido y confirmar la eliminación acabando 64-73. El Casademont dice adiós al torneo más prestigioso de clubs de baloncesto femenino en Europa. El esfuerzo ha sido innegociable y el papel mostrado por el equipo es digno de orgullo para todo aragonés amante del deporte.
Ficha de partido entre Bourges y Casademont:
TANGO BOURGES (64): Okonkwo (17), Green (8), Astier (7), Diaby (14), Spanou (9) -quinteto inicial-, Filip (4), Guapo (1), Collin (-), Selle (-), Granel (-), Pouye (2) y Duchet (2).
CASADEMONT ZARAGOZA (73): Mané (15), Ortiz (3), Atkinson (12), Evans (4), Mawuli (14) -quinteto inicial-, Nystrom (5), Brcaninovic (2), Flores (-), Pueyo (11) y Hermosa (7).
PARCIALES: 19-23 / 21-14 / 12-15 /12-21
ÁRBITROS: Jelena Tomic, Mihkel Manniste y Ritvars Helmsteins.
ELIMINADAS: No hubo.
INCIDENCIA: Vuelta de los cuartos de final por el ‘play-in’ de la Euroliga femenina disputada en el Palais des Sports du Prado (Bourges, Francia) ante 4.040 espectadores.