Hubo un tiempo en el vetusto y coqueto pabellón del Parque de Huesca en el que jugó un mormón, raza blanca, tirador, con la mejor mecánica de tiro que jamás haya conocido la liga ACB. Para muchos este alero de 2.03 metros de altura nacido en Los Ángeles, el 1 de febrero de 1959, es el mejor jugador extranjero en la posición de tres que han visto los aficionados al basket español.
Brian Jackson entrando a canasta | Foto: cbphuesca.netJackson, pese a ser elegido en el draft del año 1981 por los Portland Trail Blazers, entendió que prefería ser cabeza de ratón a cola de león y fichó por el Cotonficio de Badalona. Después Italia y al Real Madrid para retornar a la liga italiana.
La llegada a la capital del Alto Aragón se produjo en la temporada 1986/87. Fichaba por el Magia Huesca el alero Brian Ralph Jackson. Aquí empezaba a forjar la leyenda el norteamericano, durante las temporadas en Huesca sería el jugador franquicia del equipo.
El estilo de juego alegre pero pausado le convertían en un jugador único. Sus 2.03 le hacían un alero alto para la época, esto le servía para ser buen reboteador y tener cierta superioridad frente a sus rivales. La profesionalidad, el trabajo y la constancia fueron sus señas de identidad.
Según cuenta otro ex peñista, Iván Pardo, Jackson se quedaba después de los entrenamientos a perfeccionar el tiro a canasta. Quizá su talento y esfuerzo le llevan a ser todavía hoy el tercer jugador con más puntos anotados en la Liga ACB con 8.860, 22 por partido. Sólo le superan en número de puntos dos leyendas de este deporte como Jordi Villacampa y Alberto Herreros.
En Huesca consiguió su punto número 6.000, siendo además el primer jugador en llegar a esa cifra. Durante su etapa defendiendo la camiseta verde se produjeron los partidos mágicos y memorables que todavía recuerdan los aficionados peñistas. La victoria al CAI en el año 1992, o al Real Madrid de Petrovic. En estos años coincidió con Granger Hall, el otro americano del Peñas, formando la mítica pareja de la época dorada del equipo oscense.
Retiro en silencio
Tras su paso por la capital del Alto Aragón, decidió abandonar la disciplina peñista en el verano de 1992 para jugar en el Caja San Fernando, donde se retiró en el año 1995. Ahora vive en Sant Lake City (Utah) donde trabaja como profesor y entrenador. En definitiva, Jackson fue todo un lujo y un jugador irrepetible en la historia del CB Peñas.