Osasuna ha puesto la fiesta y la tarta y el Huesca ha apagado las velas. En los festejos por el 50 cumpleaños de El Sadar, y como suele ocurrir en estas ocasiones, el invitado ha arruinado el programa de actos. Contemplaba una victoria de los navarros para consagrarla a su ruidosa y entusiasta afición y no tanto un empate justo y que certifica el crecimiento de los de Rubi. En tres jornadas, los oscenses ya dan muestras de que se ha recogido y se cuida con mimo el legado de Anquela y Samu. Que el técnico catalán no se está volviendo loco, que se trata de sacar el máximo provecho de las piezas que posee y que ha encontrado en Melero su chico de los recados sobre el terreno de juego.
El centrocampista madrileño personifica lo que es el Huesca de Rubi es y, sobre todo, lo que puede llegar a ser. Ha heredado con naturalidad el brazalete de capitán y la responsabilidad de liderar a los suyos, de ser decisivo. Ha marcado el gol de la igualada en el 86′ con un cabezazo que ha dejado helado a un Sadar que cantaba el cumpleaños feliz con el tanto inicial de Unai García. Todo se resolvió en los últimos minutos, aunque los altoaragoneses fueron más arriesgados e inteligentes que los pamploneses. Osasuna, que parece un ‘All Star’ de la Segunda División, no ha ganado en este comienzo de Liga y el Huesca lleva cuatro puntos de nueve.
El de esta tarde lo ha sudado y merecido. Perder, lo que ha estado a punto de ocurrir, hubiese sido cruel. Se ha estado cerca de ganar y tampoco hubiera acabado de ser lo apropiado. Pero qué es justo en el fútbol y qué no. Tras una primera parte de fogueo y miramientos, la segunda mitad ha sido una explosión de fútbol y ocasiones en ambas porterías que podría haber sonreído a cualquiera de los dos contendientes. Pero como el fútbol es mudable y no una foto fija, han sido los de Rubí los que han aportado más argumentos para agitar el panal en busca de la miel.
Es probable que el Huesca haya sorprendido a Osasuna con su planteamiento tanto como a los aficionados. Con Aguilera al fin titular, Rubi ha armado un trivote completado por Luso y Melero. Arriba, las flechas de Gallar, Ávila y Cucho. Una combinación de cemento y velocidad que ha deparado más firmeza defensiva que peligro. La más clara del primer periodo la ha tenido Aguilera, pero ha acomodado mal el cuerpo en un remate con todo a su favor para batir al exazulgrana Sergio Herrera delante de su portería. Tampoco los locales han inquietado demasiado, con el talento de Mérida tapado entre las paredes de un conjunto todavía en construcción.
Como si obedeciera a un guión organizado, el Huesca ha crecido tras el descanso con un leve retoque en el dibujo para adelantar a Melero y Luso y con la entrada de Vadillo, el gran ausente del once inicial. Aún sin su mejor versión, el andaluz intimida y Osasuna ha empezado a temer por su integridad cuando este se ha conjugado con los bajitos. Cucho ha podido hacer el 0-1 pero Herrera ha estado rapidísimo de reflejos por arriba y el propio Vadillo ha estado a punto de sorprender al portero desde 40 metros. Y cuando más acorralados estaban los locales, se han adelantado en el marcador.
A falta de más elaboración, los de Martínez lo han logrado a balón parado, botado por Mérida, prolongado por Aridane y celebrado por Unai en el 67. Osasuna ha castigado en su primera ocasión y el golpe se ha acusado en un breve intervalo que ha podido resultar fatal con un palo de Mérida cuando el balón se ha escurrido bajo el cuerpo de Remiro. Quique ha acariciado el segundo con una chilena imposible. El Huesca veía y no creía pero lejos de mostrar parálisis ha mostrado una inopinada madurez. Rubi ha quitado a Luso y Jair por Edison y Ferreiro. A las barricadas. ¿Un plan o el azar? Cuando el Huesca adquiera más cuajo, pula desajustes individuales y encuentre cómo, por dónde y con quiénes ataca mejor, dará muchas tardes bonitas.
En plenas idas y venidas, Melero ha igualado en una de las suertes que domina, de cabeza tras un saque de esquina de Vadillo y a cuatro minutos del final, sin que le temblasen las piernas y con ese arrojo y la pinta de ligón de instituto que gasta. Se ha convertido en indispensable para Rubi, quizá el único futbolista que no puede discutirse. Por si había temor a que el Huesca se quedase huérfano de referentes. Ha pasado la prueba del Sadar y respondido en condiciones adversas, pues no siempre va a jugar en una caldera de 15.000 personas. Tiene recursos y un entrenador dispuesto a exprimirlos sin experimentos locos ni echando de menos a los que se fueron o no llegaron.
FICHA TÉCNICA
CA Osasuna: Sergio Herrera; Javi Flaño, Aridane, Unai García, Clerc; Arzura, Fran Mérida (De las Cuevas, 76’); Quique, Sebas (Xisco, 54’), Roberto Torres y David Rodríguez (Torró, 62’).
SD Huesca: Remiro; Akapo, Pulido, Jair (Ferreiro, 82’), Brezancic; Aguilera, Luso (Edison, 71’), Melero; Gallar, ‘Cucho’ y ‘Chimy’ Ávila (Vadillo, 56’).
Goles: 1-0, minuto 67, Unai García | 1-1, minuto 86, Melero.
Árbitro: Gorka Sagués Oscoz (Colegio Vasco). Ha amonestado a los jugadores visitantes Brezancic (13’), Melero (28’), ‘Cucho’ (37’), Aguilera (66’), Pulido (83’) y Akapo (89’) y a los locales David Rodríguez (27’), Arzura (41’), Roberto Torres (44’), Torró (69’), Mérida (76’) y De las Cuevas (85’).
Incidencias: Partido correspondiente a la 3ª jornada de LaLiga 1|2|3 disputado en el estadio de El Sadar ante 15.910 espectadores, con unos 200 seguidores oscenses en la grada. El club navarro ha celebrado el 50 aniversario de la instalación.