El conjunto azulgrana no encuentra la salida del hoyo que él mismo ha cavado tras unos últimos resultados que dejan mucho que desear en un equipo que había comenzado la temporada de una manera formidable.
Con la derrota en el derbi aragonés, el Huesca vuelve a sumar otro fin de semana más sin conseguir los tres puntos, acumulando tres derrotas consecutivas en lo que tendría que ser el fortín de El Alcoraz. Sin duda, la última derrota ha sentado como un jarro de agua fría a la moral de jugadores, cuerpo técnico y entidad, así como a una parroquia azulgrana que tenía todas las esperanzas puestas en romper esta racha negativa de resultados -no se conoce la victoria en 2017-.
Toca pensar en cotas menores y centrarse en el objetivo marcado por el club a principio de curso: la permanencia. Llegar a los 50 puntos debe ser el único objetivo de un equipo que sigue teniendo crédito a tenor de los buenos resultados obtenidos en la primera vuelta y del rédito ganado por el juego desplegado en el césped en 2016.
Casi dos meses, y se dice pronto, suma la Sociedad Deportiva Huesca sin conocer la victoria desde aquel 5-2 frente al UCAM Murcia que maravilló a propios y extraños. Es trabajo de Anquela el recuperar la solidez y las mentes de un vestuario que ha perdido casi por completo la identidad que no hace tantos días hizo soñar a la marea azulgrana.