El Calzados Robusta no pudo prolongar el sabor de la victoria y cayó este martes por la noche (79-72) ante Ourense Provincia Termal en un partido en el que ha estado metido hasta el final.
Desde la defensa y la cohesión de grupo, los riojanos llegaron a remontar 19 puntos de desventaja para tener el partido a tiro en el tramo final, pero precisamente pesó demasiado esta vez un factor hasta ahora de garantías como es la producción ofensiva, déficit durante toda la primera parte. Ourense trazó su ventaja y gobierno de partido en los peores minutos de sequía riojana, y luego supo gestionarla hasta el final.
El baloncesto tiene estas cosas: la primera parte arrancó de forma frenética en ambos lados (13-10, minuto 5), para a continuación entrar en una sequía pronunciada: tras el 21-11 pasaron tres minutos hasta que Galarreta dejó una bandeja a la contra y dos más hasta que Ourense salió de la congelación. Los locales estaban incómodos, ante una defensa riojana esta vez consistente y continuada, que permitió la escalada, gota a gota y con la chispa de Norris, hasta el 28-22 (minuto 17). Y desde ahí, todo el trabajo de nuevo abajo: un parcial local de 12-2 en esos últimos 3 minutos, con Guerra, Díaz y Hittle, ponía las cosas muy cuesta arriba al descanso (40-24).
En continuidad con lo visto el viernes en el Palacio, el Calzados Robusta mejoraba su nivel defensivo y sus sensaciones como grupo; el problema esta vez estuvo donde no había estado antes. La sequía en la primera mitad, con sólo tres jugadores (Gerun, Galarreta, Norris) anotando tiros de campo, dejaba sin efecto el resto del trabajo y condenaba a apretar los dientes en una difícil cuesta arriba (40-24). Todo cambió en la segunda, con la entrada en juego principalmente de Bravo, Garrido y Bonifant, pero la remontada se quedó en la orilla.
Un triple de Flis ponía la máxima local en el inicio del tercer cuarto (47-28, minuto 23), pero una diferencia sustancial de este Calzados Robusta con el de hace no mucho, es que ahora exhibe carácter para seguir en la brecha. El trabajo colectivo paró la ofensiva local y aceleró el goteo anotador hasta un parcial que bajaba de la decena a poco de acabar el tercero (56-49, minuto 29); aún apareció el inmenso Diego Kapelan para reconstruir la ventaja local (65-52, minuto 33), pero los de Antonio Pérez siguieron pese a ello sin ceder. Primero Garrido, Bravo y Gerun, luego Galarreta y Bonifant ajustaron las cosas al máximo, y un tiro libre de Alberto Martín dejaba todo en el aire en la entrada del último minuto (74-70). Pero ese también es un salto sin red, sin opción de fallo: Ourense estuvo certero y un triple de Bonifant que literalmente se salió del aro, certificaron la derrota.