A Camacho lo discutimos porque lo conocemos mejor. En otro club, al futbolista con más partidos y máximo goleador histórico los aficionados le alfombrarían de flores el camino al vestuario y le lavarían y sacarían brillo al coche mientras se entrena. Aquí se generan dos bandos, los ‘camachistas’ irredentos y los que consideran que su decadencia es irrevocable. Al margen de un debate prolongado en el tiempo, el capitán fue el mejor en Valladolid y marcó el primer gol de la remontada.
Por supuesto que la discrepancia es sana y quizá la virtud se encuentre en el término medio, como proclamaban los clásicos. El más castizo ni tanto, ni tan calvo. Camacho puede seguir siendo una pieza valiosa para Anquela si se le dosifica y, sobre todo, si se le emplea allí donde pueda ser útil. Obvio que con toda la plantilla disponible no es titular, pero con bajas sensibles como sucedió en el José Zorrilla palía sus carencias físicas gracias a la inteligencia táctica. Igual que el Raúl González del declive. A poder ser, cerca de la portería contraria, sin el corsé de pegarle a una banda. Y si se mueve por la zona de creación que sea con un compañero que equilibre el balance defensivo.
Camacho cumple una década sobreviviendo a jugadores buenos, regulares y malos, ascensos y descensos y entrenadores que han modulado su aportación con el paso de los años. Anquela lo emplea con honradez y sin reparar en lo que ha sido el ‘10’ más que en lo que es ahora. Otros parecieron alinearlo de manera forzada, allá donde cupiese. Varios factores han puesto al capitán bajo sospecha: su marcha al Vecindario (¡irse de una empresa en pos de mejoras en las condiciones laborales, habrase visto!); su connivencia con Agustín Lasaosa, otra figura capital que despierta adhesiones y odios; la percepción de que tenía que jugar porque sí o su idoneidad para la capitanía de un club de fútbol.
En su edad dorada, Camacho podría haber jugado en cualquier conjunto de Segunda y alguno de Primera. Sus cifras en el Huesca rebaten las críticas más virulentas. Y, sin embargo se retirará sin el elogio unánime. Le ha sucedido a muchos antes, quizá es el sino del futbolista de club. Que es tan nuestro, tan de casa, que lo tratamos con desdén porque sabemos que siempre va a estar ahí. O se le amonesta como solo puede hacerse con alguien a quien se le tiene cariño y que de verdad te importa.
380 partidos con el Huesca , 86 goles , ha hecho historia y cuando pasen muchos años nadie se acordará de jugadores que jugaron con el , pero sí de él porque es historia del club, yo no tengo ni idea de quien jugó con Javier camarón , pero si sé quién es camarón … Pues eso …. Su nombre ahí quedará , los números , los goles no se pueden manipular , ni se puede ser subjetivo , eso son datos objetivos y son los que son ..
Por favor no compares a este jugador con el declive de Raul Gonzalez,es un insulto para Raul,
Muy buen artículo de opinión.Muchas razones para ambos “bandos”,a mí me gustaría siempre un jugador como Juanjo en la plantilla.
Por otro lado,irse en todo lo alto es lo mejor para evitar caer en desgracia al final de tu carrera(a mí me encantaba Helguera y creo que llevó al Huesca a Segunda B).
Ahora, ojalá supiéramos valorar en casa lo que tenemos……un consejo, copiar a Totti y la Roma…………saben todos que ya no es el mejor, pero sigue siendo el más grande.Algo que no tienen,por ejemplo, ni Cristiano ni Messi.