Quique Camas no seguirá la próxima temporada en el Bada Huesca. El extremo derecho zaragozano y el club no han alcanzado un acuerdo de renovación por una temporada más. La diferencia económica ha sido la principal causa para poner el punto final a la etapa del jugador defendiendo el escudo del BM Huesca. Pero no la única. El hecho de tener que venir todos los días desde Zaragoza para entrenar, también ha jugado a la contra. Camas seguirá en el mundo balonmano, pero no desvela dónde.
El extremo derecho era uno de los veteranos del equipo. Huesca ha sido su casa durante las cuatro últimas campañas. Y esta mañana no ha sido un buen día para él. Cuando el club comunicó de manera oficial que no seguía su teléfono no ha parado de sonar ni de recibir mensajes. “Ha sido una mañana de muchas llamadas de cariño, de personas interesándose por mí. La verdad es que me he emocionado. No esperaba recibir el cariño de tanta gente”, señala. Han sido horas de sensaciones encontradas. De lágrimas de emoción y de alegría por esas mismas llamadas al sentir el aprecio de tanta gente.
A sus 27 años, Quique Camas también se encuentra en ese momento justo de maduración para salir, como desliza, “de mi zona de confort”. “Siempre he estado en Zaragoza y Huesca salvo cuando era pequeño que estuve en Pamplona. Y quiero probar otras cosas”, añade. Asegura que carece de oferta alguna con la misma rotundidad con la que se muestra abierto a jugar en la liga Asobal o salir de España y jugar en otras ligas.
De estas temporadas en Huesca y cuando se le pide por un balance rápido en positivo y en negativo lo tiene claro. “Lo mejor ha sido la gente que he conocido, algo que solo da el deporte: lo peor la lesión en el tendón rotuliano que le hizo pasar por el quirófano”. Se va de Huesca y del BM Huesca con un recuerdo “buenísimo” -lo reitera- de todo lo vivido y del trato recibido desde la afición, el equipo y la directiva.