ZARAGOZA | Año nuevo, vida nueva, o eso dicen. Para muchos, el comienzo de un nuevo año no significa nada, un día como otro cualquiera. Sin embargo, para otros muchos, el 1 de enero significa comienzo y supone una nueva oportunidad para llevar a cabo todo tipo de propósitos. Para el Real Zaragoza debe suponer un mar de cambios: de mentalidad, de aspiraciones y de nivel de juego. Cambiarlo todo debe ser una obligación para un Real Zaragoza que finalizó un año muy discontinuo con otra actuación que dista mucho de lo que se quiere ver en La Romareda.
El conjunto que ahora dirige Julio Velázquez aguarda ahora un descanso liguero que comprende desde el 20 de diciembre hasta el 15 de enero. 26 días en los que el Real Zaragoza debe focalizarse en sus verdaderos objetivos, y tratar de enmendar gran parte de los errores cometidos en la primera vuelta. Una primera vuelta que se puede explicar a través de la irregularidad. Relevo en el banquillo, errores individuales, falta de identidad… todos estos factores han propiciado quizás un descenso en la ilusión de la parroquia zaragocista. No obstante, si algo ha demostrado la plantilla del Real Zaragoza –aunque solo fuese durante unas pocas jornadas- es la mentalidad competitiva, el gen ganador, lo que da cierta esperanza de cara a ese resurgir que todo aficionado desea.
Otro de los motivos que invita al optimismo reside en la figura de Juan Carlos Cordero. Bien se ha podido observar durante estos meses que el equipo confeccionado en verano posee ciertas carencias, bien sea por futbolistas que no han rendido como se esperaba o por perfiles que se necesitan. Es por eso por lo que el Director Deportivo debe disfrazarse de Rey Mago para regalarle al Real Zaragoza un plus de nivel y de competitividad.
Primeros regalos para un equipo necesitado de refuerzos
Por el momento, futbolistas como Arnau Puigmal o Aarón Escandell se encuentran bien posicionados para aparecer bajo el árbol del Real Zaragoza, aunque, en caso que se den, no serán los únicos, pues se espera una ventana invernal muy movida con numerosos cambios referentes a las entradas y a las salidas.