El Huesca cosechó el pasado viernes la segunda derrota de la temporada ante el Rayo Vallecano en el estreno de El Alcoraz en Primera. Esta se produjo dos semanas después de caer estrepitosamente en el Camp Nou y con una pequeña revolución en el esquema inicial por parte del técnico argentino que varió el once hasta en tres posiciones diferentes.
Leo Franco, que había mantenido exactamente la misma alineación tanto en Ipurua como en San Mamés y en el Camp Nou, decidió dar entrada a Semedo en el lugar de Exeita, a ‘Chimy’ en el puesto de ‘Cucho’ y a Gürler, que había disputado un cuarto de hora con Turquía el lunes 10, por Gallar. A la baja del central vasco, en principio por decisión técnica, se le sumaron las del colombiano y catalán, que habían estado tocados durante toda la semana.
Además, el preparador azulgrana convocó a Aguilera y Akapo por primera vez esta temporada dejando fuera a Pablo Insua y a Lluís Sastre, futbolistas que todavía no han debutado en Primera con el Huesca pero que sí que habían entrado en las listas anteriores para conformar el banquillo. La ausencia hasta en la convocatoria del mediocentro madrileño era una de las notas que más chirriaban en los anteriores encuentros, ya que Aguilera había sido pieza fundamental desde que aterrizara en Huesca.
Sin embargo, aunque Semedo estuvo a un gran nivel durante todo el partido siendo uno de los futbolistas más destacados, el equipo de Leo Franco volvió a encajar un gol y aún no ha conseguido dejar la portería a cero en lo que va de Liga. Por otro lado, las ausencias de inicio de Gallar y ‘Cucho’ provocaron que el Huesca finalizara muchas menos jugadas de lo que lo había hecho en los anteriores partidos, en los que había encontrado portería con mayor facilidad.
Y es que, por vez primera en las cuatro jornadas, los azulgranas se quedaron sin ver puerta y lo hicieron en el que, a priori, era el partido más sencillo al jugar en casa y ante un recién ascendido. Gürler, que por momentos encontró junto a Miramón un camino para llegar a línea de fondo por la banda derecha, no llegó a culminar satisfactoriamente sus internadas por el lateral, mientras que Gallar, al jugar a pierna cambiada, resulta más eficaz ante la portería rival y ofreciendo el último pase.
Por la falta de puntería y contundencia, así como por la escasa fluidez en el juego que mostraron los azulgranas en la visita del Rayo hasta la entrada de Ferreiro, pues su salida cambió el sino del partido, el Huesca perdió una oportunidad de oro de haber podido alejar a un rival directo hasta los 7 puntos y de haber dado una alegría al renovado Alcoraz.