La Canfranc-Canfranc, los 100 kilómetros más largos del mundo, es una de las cinco carreras de montaña más top, según la valoración de la Real Federación Española de Atletismo. Forma parte del circuito Alpinultras que ha sido presentado hoy en la Diputación de Huesca. Posiblemente el más duro de España. Carreras diseñadas para quienes saben de montaña. Canfranc-Canfranc es la última y la que marca el camino. No se venden dorsales. Quien se lo pincha es porque ha pasado el criterio de selección. Álex Varela, director de la Canfranc-Canfranc, espiga cada solicitud. Solo pasan bajo el arco de salida los que están capacitados para enfrentarse a esa kilometrada con un desnivel equivalente a la altitud del Everest. Y pocos, muy pocos, son los ‘finisher’ de un pelotón que no pasa de los 120 corredores.
Las otras carreras top, según la Rfea, son Penyagolosa, Zumaia, Reventón Trail y Transgrancanaria. Tres optarán al calendario del Campeonato del Mundo. Y allí puede poner su pica la prueba de la Jacetania cuyos pormenores se darán a conocer el próximo miércoles en Canfranc.
Sufrir en Canfranc y en Alpinultras
Alpinultras está diseñada para sufrir. Muy pocos son los que han logrado terminar el calendario. Son carreras feroces, “peligrosas”, tal como ha definido Sergio Garasa, Mayayo, el circuito que conforman Cainejo (23 de mayo), Tenerife Blue Trail (6 de junio) y Canfranc (12 y 13 de septiembre). Para hacerse una idea de la dureza de Alpinultras. La primera edición la terminaron 7 corredores, 9 la segunda, 21 -con gran sorpresa, la tercera, y 11 la cuarta.
Este año, además, surge una nueva iniciativa la del título de Alpintxiki, -una versión más asequible, dentro de la filosofía Alpinultras lo que significa sufrir- para el que habrá que terminar tres de los cinco maratones propuestos. A esas tres carreras de montaña se añaden las de Jurramendi-Montejurra, en Navarra, y Secretos del Duero, en Salamanca.
El hilo conductor de todas estas carreras descansa en poner en valor el territorio a través de ellas. Todas están cargadas de historia, todas ponen en valor los pueblos por dónde transcurren, los picos que hay que salvar o “las montañas para bajo” en el caso de la Secretos del Duero. Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc, subrayó cómo el deporte sirve “de punto de encuentro, de cultura y de territorios distintos que quieren hacer cosas en común”. Además, incidió en que el turismo de montaña cada ve suma más adeptos en los meses de verano y eso es importante para la “dinamización” de las zonas donde se celebran estas carreras de montaña.
Y en esa idea, el Ayuntamiento de Canfranc quiere dar un paso más y que su carrera forme parte de la Copa del Mundo para lo que han presentado la candidatura de una carrera que vada vez tiene más cartel internacional.