Ganó el domingo la 10K de Calamocha y hoy lunes, a las 5.00, estaba rumbo a la empresa Pyrsa, en Monreal del Campo, donde es fresador. Alvaro Cantín es otro de esa legión de anónimos que dan calor y color a las carreras. En este caso a la cuarta edición de la Union Race Experience que pivota sobre el trabajo de la peña La Unión. Esta asociación cultural y recreativa es el motor de la sociedad. Fundada en 1968 por un grupo de 28 personas, ‘todo’ Calamocha ha pasado por ella.
Y dentro de su amplio abanico de actividades, el domingo tocó un doble recorrido urbano. Una 10K y otra de mitad de recorrido. Un mismo trazado al que hubo que darle una o dos vueltas en función de la distancia elegida. Y en línea de salida aparecieron atletas de todas las edades, y en la línea de meta aplausos para todos; del primero al último.
Alvaro Cantín se impuso por segundo año con un crono de 34m39s. Ganó la pasada edición con un mejor tiempo y entró en meta en esta ocasión sin forzar. En sus piernas, la reciente Jamón Bike y en mente ya tiene preparada una próxima participación de carrera pedestre por la zona. “Hoy ha sido fácil”, dijo en meta con palabras que no sonaron a prepotencia ni por asomo.
Llegó al asfalto procedente del cross. Y la distancia de 10 kilómetros se adapta a sus posibilidades como un guante. A sus 23 años no se plantea retos mayores. Sabe y así lo desliza que para dar ese paso necesitaría más entreno. De la carrera destacó el buen ambiente que siempre hay. Natural de Calamocha estaba feliz. Eso sí, a las 5.00 de este lunes le tocaba ir al tajo, a una empresa que además es patrocinadora de la carrera. Es que no queda otra que echar una mano entre todos para sacar las cosas adelante una prueba que, además, tuvo carácter solidario en beneficio de Aspanoa y terminó con una comida popular.