A pesar de la derrota sufrida por Levitec Huesca en la cancha de Real Valladolid por 82-69, el técnico oscense, Carlos Lanau se mostraba visiblemente satisfecho por el rendimiento de sus jugadores a pesar de solo poder contar con 8 jugadores.
Para el técnico la ausencia de jugadores no fue una excusa para plantar cara al rival desde el inicio. “Hemos venido cortos de plantilla, y a pesar de que hemos intentado salir con intensidad, Valladolid, tenía la lección aprendida y ha salido fuerte, duro, muy intensos en defensa. Nosotros, a pesar de haber hablado de tener un nivel de intensidad alto no hemos sido capaces, ni nos hemos convencido, los chavales han dado un paso atrás para protegerse. Hemos cometido ese error”, valora.
A pesar de la ventaja que ya desde salida tomaron los vallisoletanos, el equipo continuó luchando sin bajar los brazos. “Ellos se han llegado a poner a más de 20 puntos pero el partido no se ha roto del todo, en el último cuarto hemos estado a menos de 10, hemos estado haciendo la goma, la renta de los dos primeros cuartos ha hecho que luego fuese imposible competir”.
La honra
Y finalmente, a pesar del buen sabor de boca que deja el equipo, para Lanau una derrota es siempre una derrota. “Las derrotas honrosas no puntúan, las deshonrosa además bajan la moral, en una parte no hemos estado lo suficiente competitivos, y al final cuando nos lo hemos creído era tarde”, concluyó Lanau.