HUESCA | El Bada Huesca ha llegado a un acuerdo para firmar a Carlos Molina para lo que resta de temporada. El cordobés se encontraba sin equipo, pero con distintas ofertas sobre la mesa. Esperaba en Logroño, localidad de donde es su mujer, a que cristalizara alguna. ‘El Califa’ vuelve así al club donde más se dio a conocer. Y ha sido fundamental el bienestar de su familia.
Su fichaje empezó a gestarse el pasado lunes. Recibió un mensaje de Dani Ibáñez, director deportivo del BM Huesca, con, entre otros temas, las condiciones del contrato. “La verdad es que estaba buscando un club con lo mejor para mi familia en primer lugar”, deslizó en conversación con sportaragon el jugador. “Escuché lo que me dijo, lo analicé y en un 90% estaba convencido”, añadió. Una vez limadas las dudas dio el ‘sí, quiero’ para alistarse, otra vez, a las órdenes de Nolasco. “Estoy muy feliz por regresar a Huesca”, aseveró el andaluz.
En su primera etapa como jugador del BM Huesca lo hizo como lateral izquierdo. Su balonmano evolucionó hasta ser especialista defensivo. Con sus 2,01, ante la salida de Rodrigo Benites y la lesión de Teixeira se hacía más urgente la necesidad de contratar a un jugador, además, de reconocida experiencia. Molina tiene 33 años y una dilatada experiencia en el balonmano europeo. Su último club fue el SC Pick Szeged húngaro. El jugador llegará a Huesca el lunes 14 por lo que no estará este fin de semana contra Torrelavega.