ZARAGOZA | Carrillo llegó a Zaragoza sin hacer ruido, en medio de una búsqueda mucho más amplia. Si sus referencias desde Andalucía dibujaron un buen central de presente y mejor de futuro, sus primeros partidos con el Deportivo Aragón han valido para confirmar esos pronósticos. El jerezano tiene madera de líder, agilidad para corregir situaciones a campo abierto y está bien dotado técnicamente. Su figura, en medio de una crisis de rendimiento sin parangón en ese puesto, está en las quinielas.
Asentado en el perfil zurdo de la zaga del filial, su irrupción ya es un hecho. Acontecimiento para muchos cuando lo ven por primera vez, la grada de la Ciudad Deportiva el pasado domingo se llenó de elogios y buenas palabras. Atajo para lo que pretende el Deportivo Aragón, sus conducciones abren fronteras y derriban muros, en una responsabilidad que Larraz ya le ha otorgado y que el Utebo, pese a la victoria, sufrió en sus carnes.
Si la lesión de Lluís López reduce el número de centrales disponibles, empujar a Arriaga a la línea tampoco parece la mejor opción. Con Clemente, Jair y Vital en la terna, Carrillo es el cuarto en discordia, una posibilidad que acerca su debut, algo mucho más real de lo que hubiéramos pensado en el momento de su llegada.