ZARAGOZA| Nada salió en el momento menos indicado. Cuando todo estaba en juego y se puso toda la carne en el asador, la fortuna le dio la espalda al equipo de Carlos Cantero. En la dolorosa derrota del Casademont Zaragoza ante Tango Bourges Basket (55-75), la segunda parte fue decisiva para decidir la eliminatoria prácticamente al 100% a favor del conjunto francés. Ni los porcentajes de tiro, ni el físico ni tampoco los árbitros acompañaron en un día que se quería guardar en los libros de la historia del equipo femenino. Sin embargo, nada puede empañar la brillante Euroliga 24/25 que ha realizado el Casademont hasta la fecha.
Al igual que hay días memorables y para recordar para siempre, también los hay que es mejor olvidarlos cuanto antes. El cuadro rojillo compitió bien en la primera parte. Con el 27-30 en el marcador, los porcentajes de tiro ya no eran buenos, pero la defensa y el factor de jugar en casa ayudaban a mantenerse en el partido. El mosqueo por el arbitraje empezaba a ser evidente, pero el físico aún aguantaba y las jugadoras se mantenían serenas. En una eliminatoria en la que las fuerzas son muy importantes, el Casademont llegó bastante justo, con Gatling lesionada y Hermosa muy tocada.
Afortunadamente, y mientras se espera la llegada de otro refuerzo en la posición de “5”, Shante Evans está aportando mucho desde el primer día y ayer no fue menos. La pívot americana fue una de las pocas notas positivas, al terminar el encuentro con 12 puntos y 3 rebotes para 10 de valoración en 19:27. También estuvo a la altura Helena Pueyo, quien completó un buen choque con 13 puntos y 4 rebotes para 14 créditos en 26:17 minutos.
Una segunda parte del Casademont para olvidar
Tras una necesaria media parte, Casademont y Bourges volvieron al juego con el objetivo de llevarse el primer asalto. A poder ser, por una amplia ventaja. Poca cosa salió. Por parte local, el ritmo anotador continuó siendo muy bajo, Nerea Hermosa desapareció debido a las molestias en la rodilla y el equipo rojillo se centró más en los árbitros que en el juego. Además, la grada -a diferencia de otras grandes fechas- no acompañó en un Príncipe Felipe medio vacío. Mientras el Tango Bourges se crecía con el paso de los minutos, el Casademont Zaragoza iba haciéndose pequeño y entregaba el partido poco a poco.
El aro se le hizo muy pequeño al cuadro local. Una Nystrom excelsa ante Cadí La Seu terminó con un 1/6 en tiros de campo, Atkinson 1/7 y Mawuli 4/13, entre otras. En el equipo francés, por su parte, 4 jugadoras terminaron con dobles dígitos en anotación, teniendo a Tima Pouye como máxima anotadora con 17 tantos. Si la pelota no entra y ves cómo el rival anota continuamente, el ánimo decae y es difícil parar la sangría. Es lo que le sucedió al Casademont que vio cómo, lejos de ganar el partido, se le escapaba la eliminatoria en la ida. Mucha frustración, que terminó con la gente yéndose antes de tiempo del pabellón, en un día en el que nada salió en el peor momento posible.