ZARAGOZA | El Casademont Zaragoza venció en su primer partido de FIBA Europe Cup al Bursaspor por 106-84 en un duelo en el que en la segunda parte los de Fisac mostraron una gran superioridad y más talento tanto en la zona interior como exterior. Destacaron Bell-Haynes con 18 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias que le permitieron sumar 27 créditos de valoración. Los mismos que un Yoanki Mencía que fue capital tanto en el rebote (11 en total) como en la hora de anotar, sumando un total de 15 puntos. De igual forma, Dubljevic volvió a demostrar que sigue en estado de gracia logrando, al igual que Trae, otros 18 puntos.
Fisac apostó para este primer partido de FIBA Europe Cup por Jilson Bango, Trae Bell-Haynes, Yoanki Mencía, A.J. Slaughter y Santi Yusta. Serhan Kavut, por su parte, apostó por Jaylon Brown, Alex Gavrilovic, Donte Grantham y David Mutaf y P.J. Pipes.
El choque arrancó igualado a más no poder. El Casademont no necesitó mucho tiempo para romper el hielo, obra de un triple de Trae Bell-Haynes que empezaba a entonar al Príncipe Felipe en la que sería una intensa noche. Mutaf de triple devolvía el golpe y Brown hacía lo propio para dejar el marcador en 5-8 con solamente minuto y medio disputado. La intensidad se palpaba en el pabellón zaragozano y, de nuevo, Mencía, que fue el mejor de los rojillos en el primer cuarto, se echaba el equipo a la espalda tanto en ataque como en defensa para sumar hasta 8 de los 14 puntos que llevaban los locales frente a los 11 visitantes a falta de 4 minutos y medio.
No obstante, el Bursaspor seguía la pista al Casademont cual detective con un Mufat más que inspirado que a falta de dos minutos sumaba 11 puntos y apretaba las cosas. Dubljevic entró en pista por Bango e hizo lo que mejor sabe hacer, convirtiendo un buen tiro de dos y efectuando un triple marca de la casa para igualar las cosas 21-21. El Bursaspor no necesitaba grandes posesiones: robaba, salía rápido y tiraba. Este plan de juego les sirvió para ponerse por delante de los de Fisac a falta de 1.35 (21-25). El entrenador segoviano paró el partido para intentar recuperar sensaciones. Y vaya que si las recuperaron, porque en menos de 10 segundos Dubljevic volvió a hacer otro triple, demostrando su clase una vez más. Sulejmanovic anotó de dos y el cuarto se cerró 26-25, con el Casademont venciendo por el momento.
En el segundo cuarto, los visitantes salieron realmente intensos y sin fallo sobre la pintura. Michineau empezaba a hacerse notar anotando severas canastas que ponían, a falta de siete minutos, al Bursaspor por delante de los rojillos (28-31). Sulejmanovic hizo un triple que levantó a la grada para igualar el luminoso, pero Michineau, incansable, respondía con contundencia con otro buen tiro para volver a poner a los turcos por delante. Fisac paró el partido con 31-33, tras un minutos en los que el Casademont estaba errático en ataque, sin ideas aparentes y, además, las que tenían no llegaban a nada fruto de la impaciencia. Dubljevic volvió a tirar de experiencia cuando más lo necesitaban los rojillos sumando de dos en dos para aumentar la distancia a cuatro a falta de cinco minutos (37-33).
En estos últimos compases, el Casademont hizo sus mejores minutos hasta el momento, con un triple espléndido de González, que se estrenaba así en el partido, unido a un mate de Mencía que obligó al técnico visitante a pedir la pausa a falta de dos minutos (44-35). No sirvió de mucho, pues quitando un triple Grantham, los de Fisac volvieron a sacar un pequeño trecho en el marcador, obra de un Miguel González que volvía a salirse con la suya y que junto a una canasta de última hora de Slaughter, dejaban el luminoso en 52-38, la máxima distancia hasta el momento.
El tercer cuarto
El descanso sentó más que bien a un Casademont que entró a la pista atrevido, sin complejos y con la idea de disfrutar jugando. Bango salió desatado anotando un auténtico canastón colgándose del aro, Slaughter anotaba de triple y Trae Bell-Haynes servía en bandeja un ‘alley oop’ para que, de nuevo Bango, que no había forma de pararlo, metiera la canasta que ponía una distancia de 20 puntos a falta de siete minutos (61-41). Kavut pedía tiempo muerto para tratar de frenar la sangría, aunque de poco servía. A pesar de que Sharma estuviera aprovechando su poderío físico para penetrar hacia canasta, Bell-Haynes estaba enchufando todo con su buen tiro de dos y dejaba el luminoso en 68-50.
Tras un choque de Spissu con Sharma en el que se marchó dolorido del tobillo, un pequeño ‘run run’ se produjo en el Príncipe Felipe, que lamentaba la perdida del base. No obstante, Yusta hizo olvidar los lamentos haciendo un gran triple que ponía tierra de por medio (73-54) y con una asistencia en la que se coló entre toda la defensa turca para servir la pelota a Sulejmanovic que no desaprovechó la ocasión. Joaquín Rodríguez, que acabó el choque con 9 puntos, volvió a pista para aportar su ya clásica electricidad, para anotar, y para junto a Yusta cerrar el parcial, y posiblemente el partido, con un resultado de 80-57.
El último cuarto arrancó como acabó el tercero: con Yusta puntuando y siendo un líder en la cancha. Dubljevic lograba un 2+1 para seguir ampliando la renta 85-60 y Fisac sustituía al propio Yusta, ovacionado por todo el Príncipe Felipe y a Sulejmanovic, para que entraran Miguel González y Yoanki Mencía, con la intención con este último de ganar poderío físico en las dos zonas del campo. A pesar de que Candan sumó hasta 5 puntos en un minuto, el Casademont respondía con un triple de Joaquín Rodríguez y una buena canasta de Dubljevic para dejar el luminoso en 90-71.
Fisac lanzaba un mensaje de relajación metiendo en pista a Lucas Langarita, que todavía no había tenido minutos ni en ACB ni en este partido de FIBA Europe Cup. El joven zaragozano fue aplaudido como el que más cuando saltó a la pista, demostrando que el Príncipe Felipe quiere verle recuperar su mejor versión y más minutos en pista. Dubljevic anotaba de tiros libres y Fisac le permitía descansar y ganarse el amor de una Marea Roja que no dejaba de corear ‘¡Dubi, Dubi!’, a su ídolo local. El otro ídolo, el de los niños, Lucas Langarita, hacía su primera canasta europea en este curso con un buen tiro que animaba al Príncipe Felipe, volcados en darle confianza al canterano. Poco más ocurrió relevante en un partido que el Casademont fue amasando lentamente cual receta italiana. Bango puso el broche de oro con una buena canasta y un tremendo mate ‘in extremis’ para, con ayuda de Joaquín Rodríguez, poner el punto y final al redebut europeo del cuadro zaragozano, que acabó venciendo por 106-84.