ZARAGOZA | El Príncipe Felipe es un bastión. Ya sea por a o por b, vencer en el templo zaragozano se antoja imposible, nadie lo ha hecho. Si no que le pregunten al Baskonia, que ha visto como en menos de diez minutos, caía derrotado a manos de un Casademont que ha remontado tirando de épica, de amor propio y de unión para vencer al cuadro de Pablo Laso por 86-85. Los de Fisac han ido a remolque todo el encuentro, pero un impactante último cuarto de 31-19 les ha permitido lograr la remontada. Ya lo decía Newton, cada acción tiene su reacción con la misma intensidad pero en sentido opuesto y tras la dura derrota en Valencia, los rojillos -hoy de negro- han reaccionado justo a tiempo para remontar un choque complicado e intenso a partes iguales.
Entre los jugadores a destacar, los mejores por parte del Casademont fueron Dubljevic, con 17 puntos, 5 rebotes y un nada desdeñable 5/6 en triples que le permitió alcanzar los 20 créditos (MVP), y el incansable Bango, que cosechó otros 17 puntos y 19 créditos. Por parte del Baskonia, Sedekerskis y Forrest brillaron con luz propia, el primero con 6 puntos, pero 9 rebotes y 24 créditos, y el segundo con 17 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y 19 créditos.
Fisac apostó por salir con Mencía, Dubljevic, Rodríguez, Bell-Haynes y Yusta, mientras que Laso sacó a Howard, Luwawu, Forrest, Hall y Moneke en su quinteto inicial. Tras la dolorosa derrota acontecida en Valencia, el Casademont tenía que salir a este duelo ante Baskonia con el cuchillo entre los dientes. Cosa que no efectuó en los primeros compases de un primer cuarto en el que se adelantaban los visitantes vía Moneke y Luwawu a los 2′ de duelo (2-10). Por ello, y sin mucha espera, Fisac ejercía su primer tiempo muerto para intentar reducir la sangría y activar a los suyos. Cosa que funcionó porque Mencía se hizo fuerte en la pintura capturando rebotes y Dubljevic ejecutó dos triples consecutivos como solamente él sabe hacer para igualar las cosas (7-10).
No obstante, el Baskonia no necesitó mucho para volver a dar otro arreón y con una gran puntería desde el triple (6/8 en este primer cuarto) seguía marchándose en luminoso poco a poco ante la incapacidad local. Primero fue Moneke, que a falta de cuatro minutos ya sumaba 10 puntos, y posteriormente Howard, el que amplió la renta visitante a +8 (12-20). Los de Pablo Laso estaban siendo un auténtico huracán desde la zona exterior con un Jaramaz y un Rogkavopulos que empezaban a preocupar a un Príncipe Felipe, impotente ante los números de sus pupilos, muy fallones en todos los registros, con 5/12 en tiros de dos y 2/9 en triples, y blandos en defensa. Sin mayor historia, Bango decoró el marcador con cuatro puntos en los últimos segundos y el primer cuarto acabó 16-26.
Tras el parón, los de Fisac salieron al segundo cuarto más enchufados y con las ideas más claras, especialmente en defensa. González comenzó anotando dos libres y pese a que Diop hacía una buena canasta, Slaughter limaba asperezas (20-28). Fue entonces cuando apareció Jilson Bango, que se hizo realmente fuerte en la pintura y creó muchos problemas al equipo dirigido por Pablo Laso. El pívot angoleño no tenía rival en la pista, capturando rebotes tanto en defensa como en ataque y obligando, gracias también a un tiro de dos de Bell-Haynes, a parar el encuentro a Laso para no perder su ventaja a falta de 6.30′ para el descanso (24-30).
A pesar de que un triple de Luwawu parecía denotar que Baskonia estaba de vuelta tras el tiempo muerto, el Casademont había despertado completamente, y con un inspirado y potente Mencía casi empataba el encuentro a falta de cuatro minutos (31-33) y obligaba a Pablo Laso, una vez más, a parar el choque en este segundo cuarto. En esta ocasión, el tiempo muerto sí que tuvo efecto, porque Moneke volvió a las andadas en forma de libres y Sedekerskis hizo un tiro de dos que obligó ahora a Porfi Fisac a parar el encuentro para planificar los tres minutos que restaban (31-39).
En los últimos compases, el partido entró en una fase de montaña rusa. Parecía que el Casademont se había soltado la melena en ataque con el tercer triple consecutivo de Dubi y una canasta de Bell-Haynes, pero rápidamente Baskonia se repuso, vía Sedekerskis y Hall desde el mate, para dejar el luminoso en 38-43 al descanso. Los de Fisac necesitaban mejorar desde el triple tanto a favor como en contra, porque solamente acumulaba 3/13 en ataque y había recibido 7/10 rivales.
El primer intento de reacción
Tras el descanso, Forrest anotaba un triple nada más arrancar el duelo que dejaba claro que el partido iba a ser largo. El breve caudal de puntos del Casademont llegaba vía Slaughter con una canasta y un tiro libre, pero Forrest volvía a imponer la realidad y el +7 en el luminoso (41-48). No obstante, de nuevo aparecía Jilson Bango, muy ágil en la pintura, para hacer una precisa y preciosa asistencia a Jaime Fernández, que anotaba así sus primeros dos puntos del choque. A partir de aquí, el Baskonia se adueñó del partido ante una defensa demasiado pasiva y permisiva del Casademont, que veía como los visitantes, vía Luwawu, se marchaban en el luminoso obligando a Fisac a pedir otro tiempo muerto (43-53).
Tras el parón, Santi Yusta tiró de responsabilidad y redujo el +11 de diferencia a +6 con hasta tres canastas de dos y un triple que ponía en pie al banquillo del Casademont, que poco a poco comenzaba a creérselo (52-58). En los últimos dos minutos, el partido se revolucionó por completo, aunque el Casademont, realmente errático en ataque, no pudo aprovechar este vaivén. Más allá de un triple de Slaughter, Howard hizo la réplica con otro y el tercer cuarto se cerró con +11 para Baskonia, 55-66. Había mucho trabajo por delante y si se quería vencer, se debía despertar del letargo ya.
Un final de infarto
Fisac apostó en el último cuarto por salir con Bango y Dubljevic en pista. Decisión que le salió realmente bien, porque ambos estuvieron imparables. Y es que en menos de cuatro minutos, el pívot angoleño dio un auténtico recital, primero anotando dos canastas para después recuperar él mismo la posesión y firmar un 2+1 que gustaba mucho a un Príncipe Felipe que se rendía a los pies del ’44’. De igual forma, el Casademont ya había abierto los ojos y olido la sangre. Dubljevic y Slaughter hacían dos triples y obligaban a parar el partido a la desesperada a Pablo Laso, que no se creía lo que estaba viendo en la pista del Felipe.
Tras la pausa, Dubljevic demostraba que estaba de dulce y anotaba otro triple (5/5) para poner por delante a un Casademont que estaba tirando de carácter, de seguridad y de orgullo ante un Baskonia que ya no combinaba tanto, que prefería buscar la individualidad al juego colectivo, y que tenía más dudas que certezas (73-71). Llegaron los últimos cuatro minutos y poco margen de error había, era luchar o morir. El Casademont eligió luchar, porque a pesar de que Howard hiciera su cuarto triple, Bango, sin complejos, respondía bajo el aro (75-76). Cada punto era un tesoro y, a falta de tres minutos, los libres anotados de Bell-Haynes y el propio Bango se celebraban con el furor del que sabe que valían un triunfo.
A pesar de que Forrest hacía un canastón en suspensión, Dubljevic respondía para volver a poner al Casademont por delante (81-79). Así, a falta de 30 segundos, Baskonia hizo falta a Bell-Haynes y Spissu que no dudaban desde los libres, aspecto diferencial esta noche. No obstante, los de Pablo Laso siguieron con vida hasta el último momento, gracias a un impresionante triple de Forrest a falta de 6,4 segundos para el final que depositaba esperanza en los catalanes. Aún así, tuvo que ser Spissu con dos libres el que asegurara el partido, que acabó con un triple de Sedekerskis que de poco sirvió, por suerte. 86-85, Fisac feliz y los jugadores también. El público del Príncipe Felipe había disfrutado como niños. Según Newton, toda acción tiene su reacción con la misma intensidad pero en sentido opuesto. Y el Casademont reaccionó, y de qué manera, con este triunfo ante Baskonia, tras la cruel derrota en Valencia.
Ficha del partido
CASADEMONT ZARAGOZA (86): Mencía (7), Dubljevic (17), Rodríguez (-), Bell-Haynes (12) y Yusta (13) -quinteto inicial- Spissu (5), González (2), Slaughter (11), Langarita (-), Fernández (2), Bango (17) y Ling (-).
BASKONIA (85): Howard (12), Luwawu (12), Forrest (17), Hall (8) y Moneke (12) -quinteto inicial- Sedekerskis (11), Jaramaz (5), Rogkavopoulos (6), Diop (2), Raieste (-), Savkov (-), Ndiaye (-).
PARCIALES: 16-26 / 22-17 / 17-23 /31-19.
ÁRBITROS: Antonio Conde, Alberto Baena e Iyán González.
ELIMINADOS: Luwawu en el 39′.
INCIDENCIA: Octava jornada de la Liga Endesa disputada ante 7.913 espectadores en el Príncipe Felipe.