ZARAGOZA | Derrota amarga para el Casademont Zaragoza en el Príncipe Felipe. Porfirio Fisac, entrenador del conjunto aragonés, analizó con claridad la ajustada caída (89-93) frente a Lenovo Tenerife, en un duelo donde el rebote ofensivo y el acierto exterior del rival marcaron el desenlace. “Estamos dolidos porque hemos tenido la victoria en la mano”, confesó el técnico.
El Casademont mostró su mejor versión en la primera parte. Según Fisac, el equipo fue capaz de “tener un buen nivel defensivo” y controlar el juego canario, lo que les permitió llegar al descanso con ventaja. Sin embargo, en la reanudación, el panorama cambió.
“Kameron Taylor ha estado enchufado y ellos han tenido un gran porcentaje en tiros de tres”, explicó Fisac, subrayando también la diferencia en el rebote ofensivo. Pese a capturar 16 rechaces en ataque, los zaragozanos solo convirtieron seis puntos, un dato clave que acabó pesando en el resultado final.
El técnico no quiso poner excusas, pero sí reconoció que la corta rotación del equipo está marcando el rendimiento. “Hoy hemos jugado con ocho jugadores más los cuatro del EBA. Nos enfrentamos a equipos con rotaciones largas y esto nos condiciona físicamente”, apuntó Fisac, que valoró el esfuerzo de sus jugadores: “Los chicos se están dejando la piel en el campo”.
Con la salvación prácticamente asegurada, aunque aún no matemática, Fisac ya piensa en metas más ambiciosas. “El primer objetivo siempre es salvarse. Creo que virtualmente lo tenemos. Ahora hay que intentar llegar a esas 13 victorias que te pueden meter en Europa”, explicó. Aun así, el técnico mantiene los pies en el suelo: “Cada día hay que ser capaces de pelear y ver hasta dónde llegamos este año”.
Fisac no escondió su frustración tras el partido: “Perder jode, más cuando has tenido la posibilidad de ganar”. Sin embargo, destacó que el equipo sigue dando pasos adelante, y confía en recuperar el ánimo de cara al próximo compromiso ante BAXI Manresa. “Es un partido complicado, pero vamos a pelear”.