ZARAGOZA| No había pívots naturales, ni ritmo, ni acierto… pero sí alma. El Casademont Zaragoza volvió a demostrar que en su libreto hay una página escrita en rojo pasión para las noches en las que todo parece perdido. Victoria sufrida (71-64) ante un combativo Gernika en el Príncipe Felipe, donde las de Cantero ejecutaron, con paciencia y coraje, el arte de sobrevivir a lo imposible.
El partido comenzó como un manual del miedo: sin Keisha Gatling, ni Nerea Hermosa, y con Shante Evans tocada, el juego interior estaba bajo mínimos. Lo notó el equipo, que arrancó entre pérdidas, dudas y desajustes. Gernika supo castigar al Casademont, metiendo balones por dentro y con el acierto exterior de Ariztimuño. El marcador llegó a reflejar un inquietante 16-31, y Cantero tuvo que pararlo dos veces antes del descanso. Solo la capitana Mariona Ortiz, acompañada de una activa Brianna Fraser, mantenía algo de oxígeno.
Pero el Casademont tiene algo que va más allá del sistema. Cuando aprieta el Felipe y el equipo activa su defensa, el guion cambia. Un parcial de 14-2 al final del segundo cuarto (30-33 al descanso) resucitó al equipo y al pabellón. Mariona manejó los tiempos, Atkinson sumó desde fuera y Fraser empezó a hacer daño bajo los tableros. La remontada estaba en marcha.
Explosión en el tercer cuarto… y susto final
Tras el descanso, el Casademont salió decidido. Dos triples de Pueyo, la energía de Mawuli y el control de Atkinson llevaron la renta local hasta los 10 puntos (50-40). Pero Gernika no se rindió ante Casademont. Fam y Dodson dominaron el rebote, y el acierto vasco desde el triple devolvió el empate al marcador al término del tercer cuarto (53-53).
Quedaban diez minutos y el partido era una olla a presión. Y ahí, Fraser firmó su mejor actuación con la camiseta rojilla. Anotó, rebotó y sostuvo al equipo mientras Mawuli rompía la igualdad con un triple clave. Un parcial de 9-0 acabó con las dudas y desató la alegría en la grada (71-64). El Casademont selló un triunfo vital para mantener la cuarta plaza, en una noche en la que el talento fue importante, pero el alma lo fue todo.
Con esta victoria, las zaragozanas siguen firmes en su objetivo: lograr el factor cancha en los cuartos del playoff. El próximo sábado (18:00h), en Ferrol, espera un nuevo reto ante BAXI. El Casademont llega con moral, una victoria más… y la sensación de que cuando todo falla, siempre queda el corazón.