ZARAGOZA | “Zaragoza nunca se rinde”. Pocas formas mejores hay de ejemplificar y dignificar la cita de Pérez Galdós en sus ‘Episodios Nacionales’, que de la forma que lo hizo el Casademont Zaragoza que venció 56-42 al Gran Canaria en los cuartos de final de la Copa de la Reina ante casi 8.500 espectadores que abarrotaron el Príncipe Felipe, que volvió a ser clave. Tras una primera parte errática, en la que al equipo le pudo la presión del ambiente y el favoritismo, las de Cantero se soltaron la melena en la segunda mitad y voltearon el partido como un calcetín, con más rasmia que juego. Ahora, Perfumerías Avenida espera con la guadaña en el filo de la puerta de las semifinales.
El duelo comenzó con gran intensidad sobre el parqué del Príncipe Felipe. Ambos equipos sabían que había en juego un pase a la semifinal de la Copa y las concesiones no iban a ser una opción. Ezeigbo empezaba muy enchufada para las visitantes, sin dejar títere con cabeza en la pintura y obligando a Evans y a Atkinson a emplearse a fondo para igualar la contienda en los primeros compases (5-4). Nadie terminaba de despegarse en el marcador del otro, aunque parecía que las locales, con todo el impulso de la Marea Roja, estaban al comienzo más seguras sobre la pista.
No obstante, tras unos primeros minutos de tanteo, todo se fue al traste. Se produjo un intercambio de golpes del que terminó saliendo beneficiado el Gran Canaria, con unas Ezeigbo y Contell que no perdonaban y que ponían el luminoso en 9-13 a falta de 58 segundos. El Casademont estaba atenazado sobre su propia pista, los nervios eran palpables, como si llevaran un piano a cuestas, y eso propiciaba que las zaragozanas no estuvieran para nada finas en ataque, aunque tampoco en defensa, ante un Carlos Cantero, que se desesperaba en el área técnica con cada rebote que se llevaba el cuadro canario.
Un triple de Atkinson al comienzo del segundo periodo parecía que iba a quitar la inseguridad local, pero nada más lejos de la realidad, el Gran Canaria rápidamente encendía la mecha con un parcial de 0-5 obra de Ezeigbo y Erjavec para devolver al Casademont a la cruda realidad (12-18). El equipo seguía sin dar pie con bola en ataque y, aunque lograban traspasar la muralla amarilla, a la hora de lanzar a canasta las muñecas no estaban para nada engrasadas. Así, aunque Mawuli y Pueyo intentaban enseñar los colmillos para acercarse en el marcador, Gretter sin despeinarse puso el luminoso en 16-20 a falta de 4:30.
El Príncipe Felipe intentaba tirar de épica y empezaba a corear ‘Zaragoza nunca se rinde’, jugando su papel de sexto jugador e intentando reanimar a un equipo que estaba en estado de shock y previsualizando un futuro que, en caso de no cambiar, parecía con toda seguridad dramático. Con todo ello, Mawuli lograba anotar desde el libre, pero Gretter, que volvía a las andadas, demostraba su calidad desde detrás del 6.75 con dos triples limpios como una patena para ampliar la brecha y poner el punto y final a la primera mitad con 19-28 en el marcador. El 5/21 en tiros de dos y el 2/11 en triples no eran un buen síntoma. El susto era real y la reacción debía ser inmediata.

Un tercer cuarto de remontada
Distinta fue la cara que ofreció el equipo tras el paso por vestuarios, porque el cambio fue totalmente radical. El Casademont había tocado fondo, pero eso lo usó como trampolín. Así, tras unos primeros dos minutos de mucho fallo, excesiva imprecisión y caos, las de Cantero acabaron desatando la tormenta en el Príncipe Felipe. Y es que Evans hacía una oda al baloncesto con 6 puntos consecutivos y una defensa inmaculada para empezar la que acabaría siendo una remontada de ensueño (27-30), siendo la mejor rojilla en las dos parcelas y el principal hándicap para las locales. No obstante, fue Mawuli quien tuvo el premio de confirmar la remontada (31-30), con dos libres, que ponían al Príncipe Felipe en pie.
La fiesta había comenzado, porque las de Cantero empezaron a transmitir una sensación de seguridad magna, como si hubieran encontrado el mapa del tesoro o la llave que abre la puerta oculta. Y es que el equipo se ensambló como un reloj suizo y entre Hermosa y Mariona siguieron pugnando por un partido del que el Gran Canaria poco a poco se estaba desvaneciendo (35-34). De hecho, Touissant intentaba la resurrección visitante con un triple que entraba limpia como el agua, pero el Casademont volvía a demostrar vía Mawuli, desde el libre, que no hay peor rival que el que se rehace para acabar el tercer cuarto 37-36. Las rojillas volvían a demostrar, una vez más, que lo importante no es cómo se empieza, sino cómo se ruge, con un tercer parcial inimaginable al descanso (18-8).
Un final de cine
En el último cuarto, el Casademont aprovechó el viento favorable que llevaba desde el anterior cuarto y se ocupó de que el guion del partido no cambiara ni un ápice para disgusto del Gran Canaria. Dos protagonistas marcaron la diferencia: Hermosa y Mawuli. La primera se sintió en estos últimos diez minutos omnipotente en la pintura, facturando 6 puntos consecutivos para, con el permiso de Pueyo, empezar a encarar una victoria que cada vez se vislumbraba de forma más clara (46-40). Esta ventaja de 6 puntos fue guardada como oro en paño por las locales, ante un Gran Canaria que empezaba a convulsionar en ataque, conscientes de que el partido estaba a punto de escaparse de sus manos.
En cambio, el Casademont, con la pista inclinada a su favor, siguió haciendo lo que acabó siendo una sangría de último periodo. Ahora era Mawuli, con 8 puntos seguidos, la que propinaba golpes al cuadro canario, que no veía por dónde llegaban y no sabía cómo recibirlos para, ahora sí, sellar el pase a las semifinales (54-42) a falta de 3 minutos para concluir el encuentro. Sin mayor pena ni gloria, Mariona Ortiz bajo el telón con una pincelada de clase marca de la casa para cerrar los cuartos de final (56-42). El Príncipe Felipe estallaba de alegría tras contener el aliento durante una primera parte para olvidar porque las suyas lo habían vuelto a hacer. Así, sin más tiempo para celebraciones, el próximo rival de las locales será el Perfumerías Avenida (sábado, 17:00 horas).
Ficha de partido entre Casademont Zaragoza y Gran Canaria:
CASADEMONT ZARAGOZA (56): Mané (-), Mariona (4), Atkinson (11), Fraser (-), Evans (12) -quinteto inicial- Nystrom (-), Brcaninovic (-), Flores (-), Pueyo (5), Oma (-), Hermosa (8), Mawuli (16).
GRAN CANARIA (42): Erjavec (9), Burani (3), Gretter (8), Contell (6), Ezeigbo (12) -quinteto inicial-, Sáez (-), Cabrera (-), Becker (-), Baines (-), Redondo (-) y Toussant (4).
PARCIALES: 9-13 / 10-15 / 18-8 / 19-6.
ÁRBITROS: Asier Quintas, Víctor Mas, Héctor Sanhermelando.
ELIMINADAS: No hubo.
INCIDENCIA: Encuentro correspondiente a los cuartos de final de la Copa de la Reina disputado ante 8.435 espectadores.