ZARAGOZA | La ley de Murphy a la inversa, todo lo que podía salir bien, salió. Nadie lo esperaba, pero allí estuvo el Casademont para renacer cual ave fénix y vencer al Unicaja Málaga -actual campeón copero y que llegaba como segundo clasificado- por 84-69 en lo que acabó siendo una fiesta del baloncesto maño. La primera parte del duelo fue un auténtico idilio para un cuadro rojillo que no quería despertar del más dulce de sus sueños. Con un primer parcial de 24-8, los pupilos de Fisac comenzaron imponiéndose con puño de hierro en un partido que, dada la ventaja inicial, nunca llegó a peligrar. La solidez defensiva volvió a surgir y las muñecas de Sulejmanovic, Bell-Haynes y Yusta en ataque fueron un auténtico delirio. Victoria, buena tanto para el apartado clasificatorio (duodécima) como para recuperar las mejores sensaciones tras la caída europea.
Difícilmente se puede entrar mejor a un partido que de la forma en la que lo hizo el Casademont Zaragoza esta noche. El cuadro dirigido por Fisac no tardó en mostrar sus colmillos y rápidamente, nada más arrancar el cuarto, le propinó una dosis de golpes de la que difícilmente se pudo recomponer el Unicaja, con un Bell-Haynes inspirado como él solo, puntuando, y asistiendo a un Dubljevic que demostraba tener una muñeca afinada para poner el luminoso en 5-2 al cabo de 2 minutos. No contento con ello y ante el obvio atasco malagueño, el Casademont siguió hurgando en la herida con Sulejmanovic y Yusta, que con 4 puntos, obligaba a Ibón Navarro a pedir el primer tiempo muerto de la noche (11-2).
Tras la debacle europea, el Casademont estaba ofreciendo una cara totalmente opuesta. Era un equipo alegre, con picardía, con la tan ansiada solidez defensiva. Esto se tradujo en más puntos ante un campeón de Copa del Rey que no sabía por dónde le venían los golpes, que estaba noqueado, que no entendía nada y que se precipitaba en ataque hasta perder la posesión. Sulejmanovic siguió siendo un quebradero de cabeza desde la zona interior, acompañado por Nate Watson, que, ni corto ni perezoso hacía gran gala de su físico para hacer el 7-0 de parcial y ampliar el marcador a 18-6. En los últimos compases, Carter rompió la racha anotadora rojilla, pero los locales siguieron pico y pala hasta dejar el resultado en 24-8.
Lo más llamativo, más allá del marcador, era cómo el Casademont había conseguido evaporar a un Unicaja que no tenía el día desde el triples (0/7 por 5 jugadores distintos), con un aro que cada vez se hacía más pequeño. Mientras tanto, los rojillos, ostentaba un 70% en tiros de dos (7/10) siendo un auténtico vendaval que no podía frenar por el momento el conjunto andaluz.
En el segundo cuarto, Fisac apostó por salir con la segunda unidad. Cosa que le salió bien, porque Miguel González y Jaime Fernández fueron un auténtico cerrojo en defensa y Watson y especialmente Sulejmanovic siguieron aplicándose en ataque, con paciencia, para seguir ampliando una ventaja que antes del partido sería idílica (27-8). Dubljevic siguió demostrando que, poco a poco, su lesión está quedando olvidada y el propio Sulejmanovic hizo una oda al baloncesto con un triple que convertía el partido en una masacre al cabo de 5 minutos de cuarto (32-10).
El Unicaja continuaba en shock, temblando en la hamaca, sin entender qué estaba pasando en el parqué de una Marea Roja que estaba disfrutando como auténticos niños. No obstante, en el baloncesto profesional una desconexión se paga claro, incluso si eres este Unicaja que acumulaba hasta el momento 0/12 en triples, porque los andaluces sacaron rédito el breve desconcierto local para hacer un parcial de 0-7 que añadía cierto picante al partido para que Fisac parara el duelo (32-16).
Tras el parón, Spissu y Bell-Haynes volvían a puntuar para poner una nueva máxima del partido (+22) ante el gesto impotente de Ibón Navarro, que sentía a su equipo embotado, cansado, tras su duelo en Champions ante el Galatasaray, y pedía tiempo muerto en el que simplemente exigía “dejar de perder balones de una vez” (38-16). En los últimos compases, Taylor siguió siendo la brújula del Unicaja, que parecía maldito en ataque, y que le recortó distancias finales al Casademont para marcharse 38-22 al túnel de vestuarios.
El tercer cuarto
Tras la reanudación, el Unicaja Málaga puso toda la carne en el asador y salió ante el Casademont con una actitud totalmente distinta a los primeros 20 minutos, con la necesidad imperiosa de empezar a recortar distancias cuanto antes. Taylor volvió a ser el timonel de los visitantes, que encontraron aro gracias al estadounidense, que con 5 puntos y una asistencia devolvía a su equipo a los 16 de diferencia a falta de 6 minutos (45-29).
No obstante, aquí apareció Santi Yusta, con alma de capitán que primero regalaba una asistencia a Trae Bell-Haynes y luego hacía un triple que volvía a hacer que la grada respirara de alivio (52-34). Barreiro y Carter volvieron a intentar acometidas desde la zona exterior, pero Slaughter volvió a calmar los ánimos con un gran triple para, junto a dos libres de Yusta, cerrar el tercer acto 57-43. Se había resistido la esperable salida en tromba visitante.
Con toda la ambición del mundo salió el Casademont Zaragoza al Príncipe Felipe para disputar el último cuarto. Aunque Djedovic y Taylor siguieron intentando acortar distancias y pusieron el luminoso virtualmente en 59-50, Spissu y Sulejmanovic pronto se ocuparon de que el agua volviera a su cauce con una canasta y un triple marca de la casa para que Ibón Navarro, al que se le aparecían los fantasmas del pasado, volviera a parar el duelo con el +14 en el luminoso (64-50). Tras el parón, el Casademont siguió firme, y Spissu, acompañado en pista por su compañero de puesto, Trae Bell-Haynes, plástico y ágil como él solo, siguieron echando sal en la herida para ampliar la renta en 73-56.
El Unicaja, que había remado en la segunda parte, pero que era preso de su irreconocible primera, no pudo hacer nada, más que mirar y esperar a que acabara el partido. Por contra, el Casademont siguió disfrutando con Bell-Haynes, que convertía 6 puntos casi seguidos, y Yusta, que volvió a demostrar su estado de gracia para acabar la fiesta, con permiso de Sulejmanovic y su doble-doble (18 puntos y 10 rebotes), en 84-69. Gran victoria, tanto por juego, como especialmente por sensaciones y la clara mejoría (obligatoria, todo sea dicho) para las próximas jornadas ligueras.
Ficha de partido entre Casademont Zaragoza y Unicaja Málaga
CASADEMONT ZARAGOZA (84): González (5), Bell-Haynes (17), Yusta (16), Dubljevic (7), Sulejmanovic (18) -quinteto inicial- Spissu (9), Slaughter (3), Watson (8), Fernández (1) y Moreno (-).
UNICAJA MÁLAGA (69): Osetkowski (2), Taylor (21), Barreiro (6), Perry (1), Sima (-) -quinteto inicial- Pérez (8), Balcerowski (-), Ejim (5), Díaz (-), Carter (13), Djedovic (6) y Kravish (7).
PARCIALES: 24-8 / 14-14 /19-21 / 27-26.
ÁRBITROS: Fernando Calatraa, Sergio Manuel e Igor Esteve.
ELIMINADOS: No hubo.
INCIDENCIA: Encuentro correspondiente a la 23ª jornada de la ACB disputado ante 5.845 espectadores en el Príncipe Felipe.