ZARAGOZA| En el deporte todo es posible, y en el baloncesto más aún. El Casademont Zaragoza tiene muy difícil su clasificación para la Copa del Rey, pero tiene opciones. Depende de él y del Baxi Manresa o el FC Barcelona. Todo pasa por ganar al Covirán Granada (domingo, 12:30 horas) y, a partir de ahí, que haya suerte. Y es que la victoria se antoja fundamental tanto a nivel deportivo como vital en cuanto a estado de ánimo y motivación. El conjunto granadino también está necesitado, por lo que los de Fisac no pueden esperar un partido fácil sin sencillo. Asimismo, ya lo dijo el propio entrenador: “El partido contra Granada será una cuestión de hambre y ambición“.
El Casademont Zaragoza está necesitado. Debe poner punto final al mal momento de las últimas semanas, en las que solo ha logrado una victoria de las cinco posibles. Que mejor que hacerlo en el último partido de la primera vuelta, pudiendo cerrar la misma con 9 triunfos y empezar la segunda con buenas sensaciones. Tras el partido en Granada, el cuadro aragonés afrontará dos partidos consecutivos en su feudo ante Morabanc Andorra y UCAM Murcia, que ya no contarían para la Copa del Rey, pero en los que vencer debe ser prácticamente una obligación.
Sin embargo, Porfi Fisac necesita recuperar algunos jugadores para la causa, como Miguel González o Jaime Fernández; pero, especialmente, Santi Yusta. Se sigue esperando un mayor rendimiento del capitán respecto al demostrado hasta la fecha, pues es un hombre capital. A ello hay que sumarle que Marco Spissu y Trae Bell-Haynes están entre algodones. Sin embargo, parece que estarán a disposición de su entrenador.
Las cuentas para la Copa del Casademont Zaragoza
Hay 4 casuísticas por las que el conjunto rojillo puede clasificarse para la Copa. La primera de ellas es que el Casademont gane su partido y el Barça lo pierda, o bien el conjunto culé también gana, pero los de Fisac le superan en el “average”. En cuanto al BAXI Manresa, el cuadro zaragozano debe ganar y los manresanos perder además de ganarles el “average”. Por último, la más remota, el Casademont pierde -pero el Barça también y se les remonta la diferencia de puntos-.
El rival: Covirán Granada
El conjunto granadino está necesitado de victorias, pues actualmente está penúltimo, ocupando puestos de descenso a Primera FEB. El cuadro andaluz disputa su tercera temporada consecutiva en la liga, pero está en la misma situación de los años anteriores. Encadenan 6 derrotas consecutivas; no ganan desde el 8 de diciembre, cuando lo hicieron en casa frente al Joventut de Badalona (87-77). En el Palacio de Deportes de Granada, han caído por la mínima ante equipos de entidad, como el Baskonia (73-75) o el Real Madrid (79-84). Es por ello que los nazaríes deben empezar a sumar triunfos lo más pronto posible si no quieren llegar al mes de mayo con el agua al cuello.
Pablo Pin dispone de una plantilla que mezcla juventud y experiencia. Sin embargo, está un poco descompensada a nivel de calidad exterior-interior. El entrenador local tiene muchos puntos en el perímetro, de la mano de dos metepuntos, como Scott Bamforth y Gian Clavell. A ellos, hay que sumarles la dirección de juego y la experiencia de Jonathan Rousselle y Sergi García, canterano rojillo. La intendencia va de la mano del alemán Elias Valtonen y el capitán y exCAI Pere Tomàs. Los dos jugadores que más destacan en el juego interior son Amine Noua y Jacob Wiley. El ala-pívot francés está siendo el mejor de su equipo, promediando 15.1 puntos y 5.6 rebotes para 17.1 créditos de valoración. Wiley, por su parte, es el alma del plantel granadino, quien reduce su desventaja en altura con su gran energía. Formó parte del Casademont Zaragoza 20-21.
Un partido entre dos equipos necesitados, del que el Casademont debe salir victorioso para romper la mala racha y mantener opciones coperas hasta el final de la jornada.