ZARAGOZA | El sueño de la Copa del Rey se va diluyendo rápidamente tras el duelo ante Baxi Manresa. El Casademont Zaragoza de Porfi Fisac no pudo vencer al cuadro de Diego Ocampo (92-93), que se llevó el duelo y una más que plausible clasificación para la Copa del Rey tras ganar a los rojillos en el último suspiro del duelo gracias a los libres de Obasohan tras una falta de Spissu que los visitantes no desaprovecharon. Tras este traspiés, el primero en toda la temporada en el Príncipe Felipe, las opciones para la Copa van siendo cada vez menores y toca esperar a la semana que viene, aunque el Casademont Zaragoza ya no depende de sí mismo.
En el cuadro rojillo brillaron un inspiradísimo Trae Bell-Haynes que logró 24 créditos de valoración tras 14 puntos, 3 asistencias y 3 rebotes en 29:07. De igual forma, Jilson Bango sumó 18 unidades valorativas tras 17 puntos y 7 rebotes en 26:28 que estuvo en la pista. En los visitantes, los dos mejores fueron Alston Jr. con 26 créditos tras 22 puntos, 3 asistencias y 4 rebotes en 29:42, y Hunt con 24 créditos tras 22 puntos y 3 rebotes en 27:43.
El Casademont Zaragoza salió al duelo con toda la motivación que daban las más de 8.259 almas que abarrotaban el Príncipe Felipe. En los primeros compases, los de Fisac comenzaron mandando en un duelo en el que rápidamente se impusieron 8-3 gracias a un Joaquín Rodríguez que anotaba un triple y una canasta que hacían empezar a los rojillos con una sonrisa. No obstante, el Manresa no tardó mucho en despertar de su breve letargo y con un Sagnia más que inspirado y con un Obasohan que se erigía como una amenaza constante, no solamente igualaban el duelo, sino que se ponían por delante a falta de 4 minutos (8-10).
Ahora era el Manresa quien tenía la batuta de mando y castigaba a un Casademont que no veía aro. Con Hunt a la cabeza, los de Diego Ocampo lograron seguir ampliando su renta hasta llegar a un 12-18 que obligaba a Porfi Fisac a detener el duelo para aclarar ideas, ante una visible precipitación en el parqué. El parón no acabó teniendo un efecto real y el Manresa acabó lo que empezó a mitad de cuarto para someter a unos locales realmente erráticos en ataque (4/11 en tiros de dos y 1/8 en triples). Aunque Bango hiciera un mate marca de la casa, Saint-Supery convertía otro triple y Steinbergs mataba el primer cuarto con un libre (12-24).
Los segundos diez minutos comenzaron muy de cara para un Casademont que, a pesar de seguir demasiado precipitado y sin madurar jugada alguna, lograba empezar a encarrilar una posible remontada desde detrás del 6.75 con un Spissu realmente afinado y con un Slaughter que, en menos de medio minuto hacía un triple y un 2+1 que daban alas y esperanza a una Marea Roja que se venía arriba (25-28). No obstante, las prisas no son buenas consejeras y la precipitación pasó factura a un Casademont que vio como Manresa volvió a escaparse mínimamente en el luminoso vía Alston Jr. (25-32).
Lejos de venirse abajo, el Casademont volvió a dar un paso adelante y, pese a seguir realmente errático en ataque, lograba volverse a meter de lleno en el choque gracias a un inspirado Sulejmanovic que sumaba dos canastas consecutivas y un Bell-Haynes que no fallaba desde el libre (31-34). Joaquín Rodríguez, muy activo durante toda la noche, lograba poner a los rojillos por delante -tras prácticamente 15 minutos por debajo- anotando sus dos libres y sumando un 2+1 que venía como agua de mayo (39-38). Las individualidades estaban salvando al Casademont Zaragoza que se empezaba a notar mejor en la pista. Sin embargo, todo fue tirado por tierra en el último minuto de juego, pues el Manresa se remangó y atacó el aro rojillo con uñas y dientes para, entre Pérez, Massa y Hunt, de tres, lograr marcharse 39-45 al descanso como si nada hubiera pasado.
Un tercer cuarto que no resuelve nada para Casademont Zaragoza
El paso por vestuarios no acabó sentando del todo bien a un Casademont que en su primer minuto en pista recibía hasta dos triples que entraban como un jarro de agua fría para volver a la máxima del partido (39-51). Sin embargo, el refrán de ‘Zaragoza nunca se rinde’ volvió a corearse en un Príncipe Felipe sabedor de lo que son capaces los suyos. Y fue dicho y hecho, porque entre un triple de Bell-Haynes, una canasta de Yusta y dos mates de Bango, la ventaja entre ambos volvió a estrecharse (49-51).
A partir de aquí, el duelo siguió siendo un auténtico correcalles en el que primero se imponía uno y a la postre el otro. El partido era una montaña rusa de la que nadie salió conforme, pues, a pesar de que Hunt y Alston Jr. anotaran y sellaran una primera ventaja (51-56), llegaba el turno de Spissu y Bell-Haynes, que, pico y pala, seguían sumando para los rojillos (61-64). También el músculo y el poder físico de Mencía se notaban en un parqué en el que el que se distraía salía perjudicado. Sin llegar a un punto común y sin que ninguno saliera noqueado, el tercer parcial acabó 65-68 con las espadas por todo lo alto. El Casademont debía mejorar en ataque, especialmente en triple, pues los 4/19 no eran una buena señal.
Ambos conjuntos salieron al último cuarto conscientes de que aquí se decidía todo: el choque y una posible clasificación a la Copa del Rey. Así, el Casademont transformó ese nerviosismo y precipitación en hegemonía sobre la pista de un Príncipe Felipe que veía como rápidamente los locales establecían un parcial de 6-0 para obligar, una vez más, a Diego Ocampo a detener el duelo (71-68). Sin embargo, el baloncesto es un estado de ánimo y el Manresa salió tras la pausa con el cuchillo en la boca para volver a incomodar a los de Fisac en el luminoso vía Obasohan, que anotaba un triple y dos libres para seguir en la disputa (76-75).
El Manresa no iba a bajar la marcha ni una sola revolución y con un Hunt inspiradísimo desde el exterior, anotaba un triple, unido a un 2+1 de Alston Jr, que obligaban a Bango a ofrecer su mejor versión para contrarrestar a los visitantes y seguir en la lucha (80-81). No obstante, Hunt estaba decidido a ser un dolor de muelas y hacía otro triple. Ahora era Yusta el que con otro lanzamiento desde detrás del 6.75 convertía para junto a un poderoso Mencía poner el luminoso en 85-86. La mala noticia era la quinta falta de Bango, que obligaba al pívot angoleño a abandonar la pista en un momento en el que sería más que necesario.
El último minuto de duelo fue un auténtico caos, una auténtica guerra sin balas. Primero era el de siempre, Obasohan el que desde los libres volvía a castigar, aunque un inspirado Yusta sumaba rápidamente 4 puntos para seguir reiniciado el duelo (89-88). A falta de 26 segundos, el propio Obasohan tenía el partido en sus manos, pero erraba el triple y caía la posesión para un Casademont que perdía el balón para la desesperación de sus aficionados. Aquí el Manresa aprovechó para vía Hunt sumar un importante 2+1 que ponía el luminoso en 89-91 a falta de 6 segundos.
Tras un tiempo muerto de Porfi, el Casademont se jugaba el todo por el todo y Slaughter, al que no le temblaba la muñeca, hacía un triple que ponía a la Marea Roja “patas arriba” a falta de 2 segundos (92-91). Ahora era Ocampo el que paraba el duelo para jugárselo todo a una carta. Cosa que le salió de cara porque Spissu hacía falta a Obasohan en el último suspiro para que el belga matara el encuentro desde los libres (92-93).
Ficha técnica:
CASADEMONT ZARAGOZA (92): Bell-Haynes (14), Yusta (12), Mencía (8), Rodríguez (10), Bango (17) -quinteto inicial-, Spissu (14), Slaughter (11), González (2), Fernández (-), Sulejmanovic (4) y Moreno (-).
BAXI MANRESA (93): Sagnia (11), Alston Jr (22), Obasohan (16), Pérez (2), Cate (6) -quinteto inicial-, Vescovi (-), Reyes (4), Massa (4), Steinbergs (3), Hustak (-), Saint-Supery (3) y Hunt (22).
PARCIALES: 14-24 / 25-21 / 26-23 / 27-25.
ÁRBITROS: Luis Miguel Castillo, Juan de Dios Oyón y Carlos Merino.
ELIMINADOS: El visitante Saint-Supery en el 25’ y el local Jilson Bango en el 38’.
INCIDENCIA: Jornada 16 de la ACB disputada en el Príncipe Felipe ante 8.259 espectadores.