ZARAGOZA | Tras la derrota en Granada (97-91), la Copa del Rey es historia para el Casademont Zaragoza de Porfi Fisac. Con el cinturón bien abrochado en ACB -8 victorias y 9 derrotas para el 9º puesto- y sin mayor objetivo que seguir progresando para colarse en los ‘playoff’ finales por el título, los rojillos centran toda su atención y toda su energía en una imprevisible FIBA Europe Cup en la que siguen más vivos que nunca, terceros, con dos triunfos y otros tantos traspiés.
El sueño de colarse en los cuartos de final sigue en pleno auge y, a falta de dos encuentros para acabar la segunda fase, el Casademont ha hecho sus deberes, quitando el errático duelo en Oporto (83-75) y la pobre defensa en Maroussi (104-95), ostentando así tantos triunfos como derrotas (2). Más allá de estos deslices, el equipo de Fisac se ha mostrado muy sobrio en la cuarta competición europea, en la que todavía no ha caído en casa de forma muy similar a su periplo liguero, donde solamente le concedieron al Manresa un triunfo que eliminó gran parte de las opciones para entrar en Copa (92-93).
El problema reside en la imprevisibilidad del grupo K en el que está instaurado el Casademont. Y es que, el primer clasificado, el Tofas Bursa, ostenta 7 puntos, frente a los 6 de Maroussi y el propio cuadro rojillo, y los 5 de Oporto tras las alas dadas por los zaragozanos en el último duelo europeo en Portugal. Por ello, los dos encuentros que quedan se antojan tan importantes como vitales e ininteligibles.
De todas formas, las cuentas son -relativamente- sencillas. El Casademont Zaragoza debe ganar a todo aquel que se le ponga por delante en terreno europeo. Sin la distracción de la posible clasificación a la Copa del Rey, los de Fisac deben focarlizarse enteramente en una ACB que parece abrochada con 8 triunfos al termino de la primera vuelta (Fisac siempre busca llegar a las clásicas 12 victorias) y en una FIBA Europe Cup en la que siguen optando a todo.
De hecho, el propio Fisac no rehuyó el claro objetivo que tienen ahora los rojillos. “Toca seguir trabajando porque tenemos una competición europea donde la gente está dando la cara y nos vamos a jugar en los próximos días pasar o no a esos cuartos de final. Tenemos una ACB donde ahora hemos jugado seis de los últimos siete partidos fuera de casa y esto es duro y es difícil y el grupo sigue ahí. Ojalá que no se nos caigan y que no pierdan esa esa ambición que están teniendo”, expresó contundemente tras caer ante Granada, dejando claro que ya ha puesto los prismáticos en el próximo y vital duelo ante Maroussi en el Príncipe Felipe (miércoles 29, 18:30 horas).
La estadística juega a favor del Casademont Zaragoza
Otra cosa no, pero el Casademont Zaragoza ha demostrado que vencerle en su feudo, el Príncipe Felipe, es una tarea ardua, compleja e incluso catalogada de imposible. En todo el curso 2024/25, solamente el Manresa, en el penúltimo duelo liguero disputado hasta la fecha, logró puntuar en el fortín maño, que es prácticamente un seguro de vida. Y es que, ya sea en terreno liguero o en FIBA Europe Cup, el Casademont no cede ni un milímetro en su pista. Esto no es sino una buenísima noticia para los de Fisac, que afrontan sus trascendentales y dos últimos encuentros de la segunda ronda europea -ante Maroussi y Tofas Bursa- bajo el calor de una Marea Roja que como de costumbre será una de las mejores (o directamente la mejor) aficiones de Europa.
Así, los triunfos parecen, sobre el papel, asumibles. Luego, los 40 minutos, o más, dictarán sentencia, pero el Casademont Zaragoza, con la Copa del Rey eliminada, tiene unos objetivos más claros y cristalinos que el agua.