ZARAGOZA | Si uno le pregunta a Porfi Fisac por los resultados de esta pasada semana, lo normal sería que el técnico del Casademont Zaragoza no esbozara ni una tímida sonrisa. Y es que la derrota ocurrida en FIBA Europe Cup ante el Patrioti Levice (96-80) fue el preámbulo de la que llegaría a la postre en Murcia (88-74), en una semana para el olvidar para los aragoneses. En el primero, los rojillos fueron superados en todas las facetas por un conjunto eslovaco que llegó a mandar por hasta 30 puntos en el luminoso. Ante el UCAM, el cuadro zaragozano fue de más a manos, desinflándose cual globo de helio y siendo sometidos en una segunda mitad para el olvido.
No han sido los mejores 7 días para el equipo dirigido por Porfi Fisac. Más allá de los resultados, que fueron negativos, el mayor problema del cuadro zaragozano reside en la defensa. En el duelo europeo, el Casademont solamente logró vencer en uno de los parciales, el cuarto, tras encajar 24, 25 y otros tantos en los tres cuartos que precedían a este último. Además, si uno se fija en los porcentajes podrá ver que los rojillos fueron inferiores en tiros de campo, donde cosecharon un 38.5 % (25/65) frente al 48,3 % (28/58) de los locales. Asimismo, el triple también parece el aspecto más urgente a tratar, pues en este segundo duelo de la FIBA Europe Cup, los zaragozanos solamente lograron un 35,7 % (10/28), respecto al 50% local (14/28).
Pese a que Langarita, que jugó su segundo choque hasta el momento, hiciera un gran papel logrando 13 puntos en 12 minutos y medio en pista, el Casademont fue claramente inferior al Levice, demostrando que hay muchas piezas que arreglar en este reloj suizo configurado por Fisac. De hecho, en este encuentro, el técnico buscó ‘mil y una’ alternativas para darle la vuelta al duelo y obtener un cambio real, poniendo a González al ‘4’, jugando con dos bases por momentos con Spissu y Bell-Haynes, e incluso cambiando a la defensa en zona, pero nada dio resultado.
Sensación que se arrastró hasta el encuentro ante el UCAM Murcia, en la que solamente quedó claro que sin Trae Bell-Haynes ‘no hay paraíso’. Los de Fisac aterrizaron en el cuarto duelo liguero con el base canadiense mermado, aunque a la postre fuera el mejor, y con Bango sufriendo un proceso febril que restaba opciones en el ‘roster’ de un Fisac que era sabedor de la dificultad del duelo. “Es una de las canchas más difíciles para sacar algo”, remarcaba en la rueda prensa previa de un duelo en el que el equipo volvió a ir de más a menos, firmando una segunda parte para el olvido en la que encajó hasta 57 puntos, fruto de la pasividad en defensa que concedía a los locales canastas excesivamente fáciles. Este dato contrasta, y mucho, con los 31 sumados entre los dos primeros parciales, que dejan claro que, como poco, un problema defensivo sí que hay.
Los aleros, fundamental recuperarlos
En el aspecto ofensivo, dos de las figuras que deben recuperar la batuta de mando son Miguel González y Santi Yusta, los aleros. Ambos jugadores no han tenido un buen inicio de temporada. El capitán, Yusta, necesita volver a afinar su muñeca para recuperar su mejor versión y hacer, como antaño, estallar al Príncipe Felipe con sus atrevidos triples. En estos primeros compases ligueros, el madrileño solamente ha podido encestar 2 de los 14 triples intentados (14,3%), mientras que tampoco ha podido brillar desde los libres, con 4 anotados de 11 (36,4%), todo ello en casi 26 minutos que goza de media en pista. De hecho, en Europa, Yusta ha podido mejorar en triples (4/9), aunque no ha tenido tiros libres.
Por su parte, Miguel González, en los poco más de 16 minutos de media que ha gozado por encuentro liguero, tampoco ha podido brillar. El vallisoletano solamente se ha atrevido a lanzar 3 triples en ACB, de los cuales, ninguno ha entrado. En libres, solamente ha anotado 1/2, dejando claro que el jugador de 25 años debe tener más protagonismo, pues está contando con minutos en los que tiene que dejar más patente su sello. También en la FIBA Europe Cup, competición en la que ha convertido 1/3 triples y tampoco ha gozado de ningún lanzamiento de tiro libre, a pesar de ser el séptimo jugador más utilizado por Fisac en terreno Europeo.
El momento de resurgir
Tras estos traspiés el objetivo es simple: volver a resurgir y aprender de esta mala racha en forma de derrotas. Para bien o para mal, las rachas acaban y cuanto antes acabe esta en la que está inmersa el equipo rojillo, mejor. Además, el escenario no podría ser mejor. Los de Fisac afrontan dos duelos en los que ‘a priori’ deberían ser superiores a sus rivales. Este miércoles se mide a la cenicienta del grupo, el Anorthosis, que viajará a Zaragoza como cuarto y con una diferencia de -18 puntos. Con la Marea Roja animando a pleno pulmón, el contexto suma. Será el momento para volver a dar cariño a un equipo que buscará el mejor de los resultados tras su traspiés en Eslovaquia.
Tras una victoria europea, en el mejor de los casos, el Casademont viajará hasta Galicia, para medirse al recién ascendido Leyma Coruña, en la quinta jornada de ACB. De nuevo, otro marco magnífico para hacer los deberes. Eso sí, el duelo no será sencillo, pues, a pesar de que los locales hayan acumulado tres derrotas y una victoria, el triunfo lo firmó ante todo un Real Madrid (86-85) en el mismo escenario que visita el sábado, a partir de las 20.45 horas, el Casademont. No obstante, la experiencia es un grado y la necesidad de volver a la senda de la victoria otro. Por ello, el equipo dirigido por Fisac saldrá con todo, con uñas y dientes en un duelo necesario para volver a recuperar la confianza en el torneo doméstico. Solamente queda volver a renacer, mejorar y dejar esta semana para el olvido.